Desde que fue liberado de una prisión mexicana en 2013, las autoridades de Estados Unidos no perdieron de vista al narcotraficante Rafael Caro Quintero, a quien acusan de haber asesinado en 1985 al agente de la DEA Enrique Kiki Camarena. Los voluminosos expedientes sobre el caso muestran que, en caso de ser extraditado, la justicia de aquel país mostrará su cara más ruda.
Aunque la acusación en contra el capo de 69 años aún no ha sido revelada por el gobierno de Estados Unidos, la suma de los cuatro delitos que se le imputan, además de las sentencias impuestas a sus otros coacusados, revelan que al narcotraficante mexicano pasaría el resto de su vida en prisión.
MILENIO tuvo acceso a los más de 4 mil documentos que forman parte del expediente judicial que durante 35 años el gobierno estadunidense ha reservado para el día en que sea extraditado a ese país. Ahí se encontró que Caro Quintero era el último de los 22 acusados en ser juzgado.
Aunque el Departamento de Justicia de Estados Unidos mantiene reservada la acusación principal, ya que Caro Quintero aún no ha sido extraditado a ese país, a través de los distintos anuncios de recompensas se sabe que lo esperan cuatro cargos en la Corte del Distrito Central de California.
Violaciones de secuestro y asesinato de un agente federal, conspiración para secuestrar a un agente federal, delitos violentos en apoyo del crimen organizado, conspiración para cometer delitos violentos en apoyo del crimen organizado, ayuda e instigación, cómplice después del hecho, posesión con la intención de distribuir marihuana y cocaína, así como continuación de una empresa criminal.
Kiki Camarena
La acusación está centrada en su participación en el asesinato de Enrique Kiki Camarena, el agente de la DEA que se infiltró en el cártel de Guadalajara. El 7 de febrero de 1985, el agente especial y el piloto Alfredo Zavala desaparecieron a plena luz del día en Guadalajara. Un mes después, sus cuerpos fueron encontrados cerca de Zamora, Michoacán. Fueron torturados y asesinados.
Dentro de este expediente también se incluyen los asesinatos de Alberto Radelat y John Walker el 30 de enero de 1985, en un restaurante en Guadalajara llamado La Langosta. Según los documentos judiciales, el propio Rafael Caro Quintero participó en el asesinato y tortura brutal de estos dos hombres.
Fue la noche del 30 de enero de 1985 cuando miembros del cártel de Guadalajara se reunieron en el restaurante. A las 19:00 horas, los turistas entraron al lugar y fueron secuestrados por unos 15 miembros del cártel y golpeados con puños y pistolas.
Después, fueron llevados a una sala de almacenamiento en la parte trasera del restaurante, mientras continuaba la tortura con picahielos. Fueron asesinados porque, según Quintero, eran agentes de la DEA.
Aunque el principal acusado de este crimen en la Corte del Distrito Central de California es Caro Quintero, otras 21 personas figuran como sus complices: Sergio Espino Verdin, Raúl López Álvarez, Inés Calderón Quintero, Jesús Félix Gutiérrez, Armando Pavón Reyes, Albino Bazán Padilla, Juan José Bernabé Ramirez, Juan Gilberto Hernández Parra, Javier Vásquez Velasco, Antonio Vásquez Velasco, Ezequiel Godínez Cervantes, Javier Bara Hernández, Rubén Zuno Arce, Juan Ramón Matta Ballesteros, Miguel Ángel Felix Gallardo, Manuel Ibarra Herrera, Miguel Aldana Ibarra, Humberto Álvarez Machain y Antonio Vásquez Ochoa.
Según los movimientos de la corte, nueve de estos procesos penales se encuentran completamente finalizados y se llevaron a cabo en Los Ángeles, California, entre 1992 y 2020. Y las sentencias han sido ejemplares.
Tal es el caso de Javier Vásquez Velasco, quien asesinó por órdenes de Rafael Caro Quintero brutalmente a dos turistas estadunidenses y recibió una sentencia de 249 años en una prisión norteamericana.
Otro de los sentenciados es el ex policía judicial de Jalisco, Raúl López Álvarez, quien fue uno de los torturadores del ex agente de la DEA Kiki Camarena, y quien aseguró que Rafael Caro Quintero “se dejó llevar” y se le pasó la mano torturando al ex agente. También recibió una pena de 249 años.
Uno de los más conocidos es Rubén Zuno Arce, quien fue sentenciado en 1993 a la doble cadena perpetua. Este hombre era cuñado del ex presidente Luis Echeverría Álvarez. Murió en prisión en 2012.
Sin embargo, en años recientes los acusados han empezado a impugnar sus sentencias en tribunales de apelaciones. Y es que recientemente el gobierno de Estados Unidos ha desclasificado información donde, a través de una revisión interna, se descubrieron graves errores en los dichos de testigos que declararon en ese entonces.
Una de ellas fue la declaración que rindiera el ex agente Michael Malone, de la unidad de cabellos y fibras del Laboratorio del FBI, uno de los testigos claves para sentenciar a los implicados en el caso Camarena, quien al parecer habría realizado informes inadmisibles y testimonios falsos, entre otras irregularidades cometidas durante las investigaciones
Sobre los cargos relacionados con el tráfico de drogas, es el Departamento de Estado, a través de su programa de recompensas, quien aportaría más pistas sobre cómo vendría la acusación en el ámbito de tráfico de drogas.
Aseguraron que desde 1970 ha sido presuntamente responsable del cultivo, envío y distribución de grandes cantidades de mariguana en los Estados Unidos desde México. También lo responsabilizan de la fundación del cártel de Guadalajara, junto con Miguel Ángel Félix Gallardo, quien se encuentra en una prisión mexicana.
Desde el año 2013 el Departamento de Estado había ofrecido primero una recompensa de 5 millones de dólares a quien aportara datos para capturarlo. Nadie lo hizo. Años más tarde aumentaron la recompensa a 20 millones de dólares, una de las más altas.
DMZ