Este lunes de 24 de mayo, se cumplen 28 años del asesinato del Cardenal de Guadalajara, Juan Jesús Posadas Ocampo, en el estacionamiento del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, Miguel I Hidalgo.
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En el lugar donde sucedió el crimen, se levanta un busto en memoria del purpurado. A casi tres décadas del crimen, continúan muchas interrogantes abiertas.
La hipótesis de la confusión es sostenida por las autoridades federales. Se estableció que los Arellano Félix confundieron el coche donde viajaba el cardenal con el vehículo donde supuestamente iba Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa.
Joaquín el ‘Chapo’ Guzmán logró escapar y salvar su vida por las bandas de equipaje.
Uno de los hombres claves en el asesinato fue Huberto Ramírez Bañuelos ‘La Rana’, comandante de la Policía Judicial de Sinaloa, y jefe de pistoleros de Manuel Salcido Auzeta, ligado al Cártel de los Arellano Félix.
Dicho sujeto, fue detenido por su relación con el crimen del religioso, él siempre negó su participación en el asesinato, pero aseguró contar con información para dar con el responsable, sin embargo, el secreto se lo llevó a la tumba, pues falleció en 2018 de un infarto.
Otro de los actores involucrados en la investigación del homicidio fue Fernando Guzmán Pérez Peláez, ex secretario general de gobierno, quien desestimo la hipótesis de la confusión.
José Antonio Ortega Sánchez, abogado del arzobispado, también negó que el crimen fuera una confusión, pues, según versiones de testigos, uno de los sicarios lanzó consignas contra el cardenal antes de abrir fuego.
JMH