A dos años del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, Chihuahua, los operativos en contra de José Noriel Portillo Gil, El Chueco, han dejado 182 detenidos, informó la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE).
De estas 182 detenciones, 51 son por delitos del fuero federal y 119 del fuero común.
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Además, han incautado 115 armas de fuego y 145 artefactos explosivos. Por otra parte, se han recuperado 128 vehículos y otros 88 automóviles reportados como robados.
También, se han decomisado 433 kilogramos de mariguana y han erradicado más de un millón de plantíos de drogas.
Algunos de los líderes criminales detenidos son: Óscar "N", El Ruso; GiL "N", considerado generador de violencia en la región; y Luis Enrique "N", partícipe de la desaparición del activista Cruz Soto Caraveo.
Otros de los detenidos, que eran prioridad para su detención, son Luis "N", El 18; y César "N", ambos familiares de El Chueco.
Por su parte, Gilberto Loya, secretario de Seguridad, dio a conocer que a la fecha han detectado a ocho integrantes activos de la célula delictiva de El Chueco, los cuales no son considerados de alta peligrosidad.
Informó que, los operativos de vigilancia continúan en la zona serrana, con el apoyo de la Guardia Nacional, la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), la SSPE y la Fiscalía, quienes recorren la región serrana de Urique y Cerocahui.
¿De qué acusan a 'El Chueco'?
El 20 de junio del 2022, El Chueco asesinó a dos sacerdotes jesuitas, así como un guía turístico y a un joven de la región.
'El Chueco' y su relación con el cártel de Sinaloa
Con los ojos de la ciudadanía y órdenes religiosas observando, la Fiscalía General del Estado (FGE) de Chihuahua comenzó a desplegar múltiples equipos de investigación que permitieran identificar y rastrear a quienes resultaran responsables del asesinato de los violentos hechos ocurridos en el interior de la iglesia de Cerocahui.
Conforme los días transcurrieron, las primeras planas de medios locales y nacionales difundieron el rostro y el nombre del presunto responsable. Su nombre de pila era José Noriel Portillo Gil, pero en las comunidades de la Sierra Tarahumara era mejor conocido como El Chueco.
Autoridades lo ubicaron como el líder local de una célula criminal del cártel de Sinaloa conocida como Gente Nueva la cual, junto a Los Salazar, son los brazos armados de la facción de Los Chapitos que opera en Chihuahua y Sonora.
Información recabada por InSight Crime da cuenta de que ambos grupos delictivos aliados protagonizaron una disputa por el control de las plazas en contra del cártel de Cabora que, en aquel entonces era liderado por Rafael Caro Quintero y había formado alianzas con La Línea, brazo armado del Cártel de Juárez, y con otras células criminales al servicio de Ismael El Mayo Zambada.
Bajo el control de Gente Nueva se encontraban los poblados de San Rafael, Ciénega de Trejo, Guadalupe Coronado, Mesa de Arturo, Cerocahui y Bahuichivo, en donde perpetraron actividades delictivas que iban desde la siembra y el tráfico de drogas hasta el desplazamiento de comunidades indígenas a las que les arrebataron sus tierras.
El perfil violento y acelerado de José Noriel Portillo Gil resultó ideal para el liderazgo de la célula criminal. Y es que, según detalló la FGE, El Chueco ya contaba con dos órdenes de aprehensión vigentes que no habían sido ejecutadas por las autoridades.
Además del homicidio de los dos sacerdotes jesuitas y el guía turístico en Cerocahui, al líder criminal se le relacionó en 2017 con un ataque armado a la agencia de investigación de Chihuahua así como con el asesinato del Patrick Braxton Andrew, un ciudadano estadunidense al que habría confundido con un agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).
RM