El especialista en Fuerzas Armadas, Juan Ibarrola, comparó el reciente ataque al ejército mexicano con una mina explosiva, con los ataques a militares en el medio oriente, señalando a las autoridades federales como responsables por no “pacificar o enfriar esa situación que se vive en el estado de Michoacán”.
Asimismo Javier Oliva Posada, catedrático de la UNAM, calificó los hechos como una escalada de violencia por parte de las organizaciones criminales quienes ya utilizan minas, comparándolas con acciones que se llevaron a cabo en la guerra de Vietnam.
En entrevista para Milenio Televisión, el especialista en materia de seguridad, Ibarrola, mencionó que este tipo de acciones son propias de los criminales o terroristas que operan en el medio oriente, en donde hacen campos minados para atacar el ejército de aquellos países.
“Podremos estar escuchando que esta nota fuese de medio oriente; que fuese de Europa del este, donde diferentes grupos, ya sean criminales, terroristas o extremistas generaban este tipo de campos minados, pero pues no, desafortunadamente lo tenemos en Michoacán (…) Esto genera una imagen que no corresponde a lo que este país es”, agregó.
Ibarrola aseveró que se “está viviendo el experimento de grupos criminales”, pues explicó que el hecho de que los narcotraficantes utilicen minas, así como drones artillados se trataría de prácticas “fuera de los común”, pues explicó que estas acciones las utilizan para “ver hasta qué grado de letalidad y qué grado de daño pueden causar a las fuerzas armadas”.
Por otro lado, el profesor de la UNAM, Oliva Posada, también en entrevista para Milenio Televisión, destacó que esta acción significa una escalada negativa en la capacidad de organizaciones criminales pues implica que los delincuentes tienen acceso a determinados insumos de carácter explosivo, “saben cómo fabricarlas, saben cómo manipularlas y dónde colocarlas para hacer daño”.
“Me parece verdaderamente de llamar la atención porque ya son actos que rebasan por mucho la actividad propiamente dicha de las organizaciones dedicadas al tráfico de droga, la extorsión, al cobro de piso y otros delitos de alto impacto para dar un paso hacia acciones que son un reto abierto al estado mexicano”, agregó.
Oliva Posada concluyó que el hecho de que hayan construido, manipulado y hecho estallar una “mina antipersonas” es una alerta máxima, por lo que pone en duda la propuesta sobre que exista un pacto con organizaciones criminales “no se sostiene ante la violencia abierta que ejercen contra los representantes de una institución como lo es el Ejército”.
VRM