Tres integrantes de una familia, uno de ellos un niño de 10 años, fueron víctimas de un presunto secuestro virtual, en la Colonia Villa San José de Provi, en el municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
Los hechos ocurrieron cuando el menor estaba en su domicilio cuando recibió una llamada telefónica y respondió, era una persona que le aseguró que su madre estaba secuestrada, por lo que le dio el número de una cuenta bancaria, le pidió que depositara dinero en una tienda Oxxo cercana a su domicilio y le indicó que, cuando saliera, dejara el teléfono de su casa descolgado.
Con el afán de salvar a su madre, quien realmente estaba en su trabajo, el menor buscó dinero en cajones de muebles de una recámara e hizo lo que sus interlocutores le indicaron.
Fue al Oxxo y depositó 200 pesos mientras mantenía comunicación por un teléfono celular con los presuntos extorsionadores, quienes también le dijeron que buscara a su madre en un parque o una iglesia.
Al tiempo que esto ocurría, Brenda, la mamá, recibió una llamada en su celular en la que le dijeron que tenían secuestrado a uno de sus hijos, a quien escuchó al otro lado de la línea.
“Me decía que tenía mi hijo, decían los nombres de los que estamos en casa; no todos, pero sí la mayoría, y fue como me empecé a espantar porque si tenía información. Pedían 200,000 pesos y en algunos momentos me lo pasó, él me decía ‘mamá, cálmate, tranquila, yo estoy bien’ y me cortaban la llamada”, describió Brenda.
Sus familiares y vecinas la empezaron a auxiliar, posteriormente a unos 100 metros de su vivienda circulaba una patrulla de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Atizapán, por lo que a los oficiales les solicitaron su apoyo.
Además, Brenda pudo comunicarse con Pedro, su esposo, para avisarle lo sucedido. Éste regresó en un taxi desde su trabajo y también recibió una llamada en su celular en la que le decían que tenían secuestrado a su hijo.
“Empiezan a llamarme y no respondí. Llegando aquí contesté y le empecé a decir a los oficiales que estaban aquí, si me daban el apoyo para buscar a mi hijo porque sabíamos que era una extorsión y que lo habían mandado a caminar o a algún parque”, detalló Pedro.
De acuerdo con el Comisario Fabián Ricardo Gómez Calcáneo, los oficiales, primero, realizaron una labor de contención emocional con el papá y la mamá y después controlaron el entorno.
“Una vez que se activan los protocolos de operación… Inmediatamente tomó el control de la situación el Jefe de Sector. Imaginemos que tienen dos teléfonos en altavoz y a través de estas llamadas ambos creían que estaban hablando el uno con el otro. Esta herramienta permitió que el evento trascendiera y que el secuestro se convirtiera en un secuestro virtual, porque las líneas estaban bloqueadas”, dijo el mando policiaco.
Luego, los agentes validaron en una base de datos que los números telefónicos de los que los sospechosos llamaban tenían reporte de extorsión. Después, con apoyo tecnológico, lograron geolocalizar el teléfono del niño y ubicarlo.
También desplegaron un operativo que duró unos 90 minutos y en el que participaron 23 elementos de la Policía Municipal y de la Marina Armada de México, incluyendo personal de gabinete, de escritorio y en campo, apoyados de 10 unidades.
“Ya que tuvimos la ubicación del niño, nos mantuvimos a distancia para poder confirmar mediante el padre de que se trataba del niño de 10 años que había sido privado virtualmente de su libertad. Cuando confirmamos visualmente que se trataba de él, establecemos un perímetro”, agregó Gómez Calcáneo.
El menor de edad estaba resguardado en un negocio, cerca de la Glorieta del Lago de Guadalupe, hasta donde llegó a pie. Fue en ese lugar donde le proporcionaron algo de beber luego de que a los comerciantes les solicitara permiso para poder cargar la batería de su teléfono celular.
Las víctimas lograron estar juntos nuevamente, después de horas de angustia y desesperación.
MMCF