La violencia intrafamiliar no cesa en Altamira, pues ha subido un 30 por ciento en comparación al año pasado, y eso que hay menos restricciones de confinamiento por la pandemia de coronavirus, que decían eran uno de los principales factores que habían incrementado las estadísticas.
El personal de Seguridad Pública en la ciudad, explicó que están atendiendo hasta 15 reportes de mujeres que se quejan de que sus parejas las han golpeado a ellas y a sus hijos, casos a los que acuden los elementos de la Policía Estatal como primeros respondientes y que se presentan con mayor frecuencia el fin de semana.
La situación representa un aumento del 30 por ciento, en comparación al año pasado, cuando se supone que se generó un incremento de este delito tras las restricciones de confinamiento que se pusieran por la pandemia de coronavirus, cuando muchas familias tuvieron que quedarse encerradas en sus casas.
"Las llamadas por violencia familiar es lo que más se presenta aquí y se concentra más en tres fraccionamientos, en este inicio de año se ha incrementado en un 30 por ciento, nosotros acudimos y hacemos la detención o controlamos la situación para que no pase a mayores", indicaron los policías.
Sin embargo lo más preocupante es que en muchos de los casos las mujeres que llamaron para alertar de la situación piden a los policías que hablen con sus parejas, es decir se niegan a que se haga la detención, por lo que los efectivos acuden sólo a controlar a los agresores.
Los policías reconocieron que al negarse a la detención las mujeres tampoco acuden a poner la denuncia por lesiones o agresiones verbales, pues deciden perdonar aunque el caso sea recurrente.