"Los hechos ocurridos en el Colegio Cervantes de Torreón, evidencian que hemos fracasado como sociedad", consideró el activista Juan Carlos Esparza quien pidió no criminalizar al menor, autor de la muerte de una maestra, y quien posteriormente decidió terminar con su vida.
El director en La Laguna del Consejo Interamericano para la Defensa de los Derechos Humanos de la Niñez y la Familia, dijo que, aunque nadie es culpable, todos somos responsables de lo sucedido, tanto las organizaciones religiosas, gubernamentales, sociedad civil, instituciones educativas y los tres niveles de gobierno por lo que hizo un llamado a la reflexión.
“Hacer un llamado enérgico a la concientización debido a que fracasamos como sociedad, primero los invito a que no se criminalice a ninguna de las partes y menos al menor que, en este caso, fue una de las víctimas principales de una serie de factores que influyeron para que esto sucediera”, expuso el activista.
Consideró que el Gobierno no puede estar cuidando todo lo que ingresa a las escuelas, pero si tiene que hacer su parte tanto en el tema legislativo para proteger y tutelar los derechos de los niños, niñas y adolescentes, además de políticas públicas que permitan la conservación del tejido familiar, al considerar que se generó por la ruptura y la pérdida de valores.
El representante del colectivo “Una Sola Voz” dijo que en ocasiones en las escuelas se conoce de circunstancias del menor que afectan su desempeño o relación al interior de la escuela, pero debido a que son asuntos familiares prefieren no reportarlo para no meterse en problemas, pese a que es una obligación por ley.
Asimismo, indicó que en muchas ocasiones “como sociedad civil y padres de familia somos omisos y no pasamos tiempo con nuestros hijos, les damos una Tablet para compensar el tiempo que no estamos con ellos y el amor que no les damos”, expresó.
Finalmente, señala que el suceso pudo ocurrir en la escuela o fuera de ella, por lo que los programas de “Mochila Segura” no serán suficientes si no se ataca de origen en el tejido social con acciones que permitan recuperar los valores de la familia y la atención que requiere el tema desde todos los sectores sociales y gubernamentales.