El pasado 25 de mayo, una madre y sus hijas perdieron su hogar a consecuencia de un incendio provocado, ello, como represalia porque le fue negada vivir en pareja a la menor de sus hijas con un hombre de 40 años, que aún sigue siendo acosada por el agresor.
La Colectiva Feminista Mujer Manglar, dijo que poco a poco restauran su hogar, ubicado en Calle Río Usumacinta, en Dunas Doradas de Altamira.
Sin embargo, este miércoles que acudieron al domicilio de la señora Rosa a entregar artículos que de manera noble ha obsequiado la población en apoyo de esta madre, derivado de los 3 centros de acopio, comentó que su hija continúa con el acoso de parte de Carlos N, quien prendió fuego a sus casa, cuando su mamá y hermanas, e incluida ella estaban adentro.
Desafortunadamente, aseguró la colectiva que las autoridades están dando largas al caso, sin que hasta el momento exista justicia.
"La situación legal aún no se resuelve y necesitaremos asesoría ya que el agresor sigue libre y viviendo en el mismo sector", destacó el organismo a MILENIO Tamaulipas.
Al asegurar que han puesto trabas en el asunto porque, la afectada no tenía posesión del predio, además del atraso con la demanda, dicen que ni siquiera la recibieron.
Por ello mismo es que buscarán asesoría legal para poder afrontar el panorama que ahora enfrentan, y una vez con denuncia inmediatamente actuar y solicitar la detención, así como medidas cautelares que protejan a la menor de sus hijas.
Mientras, el organismo seguirá recibiendo las aportaciones de parte de la población, porque todo lo que recibe servirá a la familia para salir adelantes, incluso detalló que una persona está por construir un cuartito de material.
Asimismo, la Colectiva Feminista dio a conocer que estarán reactivando las acciones de apoyo a partir de este fin de semana, porque afortunadamente la respuesta ha sido satisfactoria, aseguran.
Mujer manglar utilizó los hashtag de #ColectaSolidaria #CárcelParaCarlosN #NuncaMásSolas #AcáEstáTuManada como una forma de apoyo para la señora Rosa, quien se dedicaba a la venta de ropa usada, y que ante las circunstancias, se quedó sin las herramientas que le generaban ingresos económicos.
De acuerdo a la Colectiva Feminista, muchos se han sumado a la causa, situación que agradecen las sobrevivientes al siniestro.