El relato sobre el traslado y destino final de los 43 normalistas de Ayotzinapa hecho por Juan Miguel Pantoja Miranda, El Pajarrraco, ante visitadores de la CNDH, tiene similitudes con la declaración ministerial de Bernabé Sotelo Salinas, El Peluco.
En enero de 2016, Bernabé Sotelo Salinas fue detenido junto con su hermano Cruz, El Oaxaco. Días después, ambos rindieron su declaración ministerial ante la entonces Procuraduría General de la República, las cuales fueron obtenidas legalmente, sin tortura y frente a abogados del Centro Miguel Agustín Pro Juárez e integrantes del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes de la CIDH.
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El Peluco reveló información que dos años después El Pajarraco repitió. Aseguró que formaba parte de Guerreros Unidos—grupo que estaría detrás de la desaparición de los estudiantes— y dijo que él estuvo en el basurero de Cocula la noche que los 43 normalistas desaparecieron.
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En su declaración ministerial ante la PGR, El Peluco dijo que salió del rancho de Gildardo López Astudillo, El Gil, junto con otros sicarios de Guerreros Unidos en la camioneta blanca de tres y media toneladas, donde trasladaron a los estudiantes que les habían sido entregados por policías municipales de Iguala. Además identificó la Nissan Estaquitas en la que se encontraron con otros miembros de Guerreros Unidos. Ahora sabemos que entre ellos estaba El Pajarraco.
El Peluco aseguró que antes de llegar al basurero de Cocula recogió a tres personas que los ayudaron a vigilar a los jóvenes, labor que El Pajarraco dijo haber tenido durante el traslado de Metlapa al basurero.
El Peluco aseguró que unos 19 estudiantes habían muerto de asfixia porque iban uno encima de otro. El Pajarraco también dijo a la CNDH que algunos jóvenes habían muerto en el trayecto, aunque él lo atribuyó a disparos que les dieron a los que se movían o intentaban levantarse.
Tal como lo detalló El Pajarraco en 2018, Bernabé Sotelo Salinas dijo en 2016 que los cuerpos de los jóvenes fueron arrojados a una barranca en el basurero de Cocula.
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El Peluco contó que después de eso se retiró del lugar, sin especificar lo que dos años después describió El Pajarraco sobre la manera en que acomodaron, incineraron y se deshicieron de los restos de los estudiantes.
Bernabé Sotelo Salinas sigue preso. Su hermano Cruz seguía bajo proceso pero en libertad, aunque al parecer se ha sustraído de las autoridades, pues no ha acudido a firmar como debía.
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