El delito de homicidio doloso en Torreón, considerado como de alto impacto, cayó hasta un 95 por ciento en 2023, registrándose 11 asesinatos de este tipo, en comparación al 2012, uno de los años más álgidos, ya que ese año las autoridades ministeriales de la Procuraduría de Justicia de Coahuila, ahora Fiscalía, contabilizaron mil 085 asesinatos.
Cabe destacar que los cárteles de la droga utilizaron tácticas de violencia que atemorizaron a toda la Región Lagunera y convirtieron las calles en campos de batalla. El 2010 fue el año en el que se recrudeció la batalla por la hegemonía y control de la droga, entre grupos criminales antagónicos que desataron una escalada de violencia, que para la población era imparable.
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Las corporaciones policiacas locales y estatales estaban rebasadas ante la violencia extrema que se vivió en esta región. El Ejército Mexicano y la Policía Preventiva Federal no podían contener a estos grupos delincuenciales, debido al sofisticado armamento con el que contaban.
Estas agrupaciones criminales se enfrentaban a balazos y en cualquier momento desataban un infierno, lastimando a ciudadanos que eran totalmente ajenos a los intereses de los cárteles de la droga.
El gobierno del ex presidente Felipe Calderón, clasificó estas afectaciones como daños colaterales, cuyas declaraciones lastimaban y generaban coraje a los afectados. Según las estadísticas de la entonces Procuraduría de Justicia de Coahuila, en 2007 se había registrado el número más alto de homicidios dolosos, una cifra extraordinaria que jamás se había contabilizado.
Al siguiente año 2008, la cifra se incrementó hasta un 112%, arrojando 190 asesinatos, pero en 2009 el delito de homicidio doloso tuvo un alza muy significativa y llegó a 492 muertes violentas. Para el 2010, los asesinatos estaban a la orden del día y ese año se alcanzó la cifra de 799 asesinatos.
Reestructuración de corporaciones policiacas
Fue vital reestructurar por completo a las corporaciones policiacas, tanto municipales como estatales, ya que los grupos criminales las convirtieron en sus brazos ejecutores, por lo que el poder de la delincuencia se expandía.
En la administración de Eduardo Olmos (2010-2013), quien en ese entonces era el alcalde de Torreón, se tomó la decisión de depurar a la Policía Municipal, bajo el asesoramiento del general Diplomado del Estado Mayor (DEM) Carlos Bibiano Villa Castillo, que fungía como director de Seguridad Pública Municipal.
Casi 700 elementos policiacos fueron separados de sus cargos y en vísperas de terminar con sus contratos laborales.
Policías estaban coludidos o no tenían preparación
Para Ángel de la Campa, presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública, la ola de violencia que se suscitó en la Comarca Lagunera en años pasados fue verdaderamente extraordinaria, lo que demostró en ese momento, la incapacidad de los cuerpos policiacos para contener a la delincuencia.
Expuso que desde el punto de vista ciudadano, en ese entonces los habitantes de esta región se dieron cuenta de la falta de control por parte de la fuerza pública, que no pudo erradicar los delitos de alto impacto, sobre todo el delito de homicidio doloso, que lastimó a decenas de familias laguneras.
“En un momento dado observamos como ciudadanos, que el crimen había superado a las corporaciones policiacas, incluso algunos policías estaban coludidos con la delincuencia organizada, situación que puso en alto riesgo la seguridad pública”, comentó.
Explicó que no todos los elementos estaban inmiscuidos en este abanico de delincuencia, sin embargo, no estaban preparados para afrontar esta ola de violencia que en un punto álgido sometió a la región. Aseguró que el ciudadano busca un “Estado de Derecho”, que le permita contar con buenas condiciones de seguridad y así resolver problemas rutinarios que se presentan durante la vida.
“Es fundamental que la fuerza del estado brinde paz social a todos los ciudadanos, ya que es un elemento determinante en el progreso de una región, ya que sin esta condición no es posible que se concrete la equidad, la justicia social y el respeto a los Derechos Humanos”, manifestó.
Recordó que esta violencia trajo consigo asesinatos, desaparición de personas, secuestro, extorsión, robo de vehículo con violencia, delitos de alto impacto que eran imparables, lo que generó un repudio total hacia las autoridades policiacas, que no pudieron contener estos hechos de violencia, que en ocasiones se perpetraban en contra de una ciudadanía vulnerable.
“Si remontamos aquellos años, en la década de los noventas e inicios de este milenio, la ciudadanía no tenía una percepción clara sobre qué funciones específicas tenían los cuerpos policiacos”, dijo.
Mando Único llegó a coordinar a las corporaciones
Comentó que en la actualidad, la fuerza pública cuenta con una serie de funciones determinadas, a través de un “Mando Único”, en el que se coordinan las diversas corporaciones policiacas y se reparten diferentes tareas, bajo un esquema integral.
Es decir, que los agrupamientos de policías están capacitados para la Prevención del Delito; la Acción y Reacción ante delitos de alto impacto; Control de Crisis de Eventualidades de Alto Riesgo; Medidas de Seguridad de Delitos Informáticos, entre otras funciones.
Argumentó que actualmente la “Seguridad Pública”, en la Comarca Lagunera, ha marcado un referente importante, en comparación a los casi ochos años de violencia que la ciudadanía afrontó. El índice de delitos de alto impacto disminuyó considerablemente, lo que demuestra que el “reclamo social” hacia aparatos gubernamentales, sí fue determinante.
“Esto no significa que hemos ganado la batalla, sino más bien debemos considerar que el mismo ciudadano debe denunciar todo hecho delictivo ante la autoridad policiaca, ya que sin esta condición la seguridad podría recaer”, sostuvo.
Consejo Ciudadano de Seguridad Pública regula actuar de policías
Mencionó que mantener una seguridad confiable es una línea muy delgada, ya que si en un momento se retiran los recursos económicos, los procesos de administración, así como la misma coordinación, entonces habría un retroceso catastrófico.
Gracias a toda esta inversión de seguridad pública, las corporaciones policiacas han evitado que grupos delincuenciales se internen y operen en Coahuila. Tales son los varios casos de enfrentamientos que se presentaron en el norte del estado, donde en coordinación, los cuerpos policiacos contuvieron a estos grupos delictivos que intentaron ingresar al territorio estatal
Detalló que el Consejo Ciudadano de Seguridad Pública es una parte fundamental para que la policía, brinde todo el apoyo y cuidado a los ciudadanos, ya que este organismo civil tiene injerencia en los esquemas y estratégicas en el tema, a su vez vigila y regula la actuación de los policías.
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