Adriana G. acudió a los servicios públicos de Salud de Baja California cuando tenía 38 semanas de embarazo. La médica le recetó cinco cajas de fentanilo que debía aplicarse vía intravenosa durante 30 días.
A Cynthia P. le repitieron la dosis. El 3 de octubre de 2019 salió del consultorio con sus cinco cajas de fentanilo y la instrucción de inyectarse la sustancia durante un mes. En su caso, la doctora no anotó el diagnóstico.
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Con 37 semanas de embarazo, Giselle del Rosario R. debía aplicarse una ampolleta de 2.5 mg de fentanilo cada 24 horas. La prescripción también decía que podía acudir a la farmacia por cinco cajas.
Las bajacalifornianas Nayeli G. y Myriam L. fueron por separado a practicarse un aborto. Al terminar sus procedimientos, la médico apuntó que cada una tenía que administrarse cinco cajas de fentanilo durante un mes.
Todas las recetas cuentan con nombre, dirección del paciente y CURP, así como con los logotipos oficiales de la Secretaría de Salud federal y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
A pesar de que las recetas parecen haberse emitido conforme a las normas, diversos médicos afirman que este tipo de recetas son por lo menos “atípicas” debido a que el fentanilo no suele prescribirse durante el embarazo.
Las 101 prescripciones
Las autoridades de Salud de Baja California detectaron cientos de recetas médicas para surtir fentanilo, efedrina y fenobarbital, algunos de los precursores de drogas más codiciados por los cárteles del narcotráfico.
De acuerdo con un voluminoso expediente al que tuvo acceso MILENIO, tan sólo dos médicos de la entidad emitieron 101 recetas de estas sustancias psicotrópicas entre 2019 y 2021. De éstas, 72 fueron expedidas por la doctora Luz Elena Aburto y 29 por el doctor Alfonso Romo. Todas fueron entregadas por el químico farmacéutico Iván Velasco.
La mayoría de las prescripciones fueron surtidas en la farmacia del Hospital Materno Infantil de Tijuana, principalmente a embarazadas, a quienes habían tenido labores de parto o a mujeres que acudieron para realizarse un aborto.
El hallazgo constituye apenas la punta del iceberg de una investigación gubernamental sobre “un robo hormiga” de medicamentos controlados ocurrido durante la pasada administración. Las indagatorias apuntan hacia el ex secretario de Salud local, Alonso Pérez Rico, y/o quien resulte responsable de esta “fiebre” por recetar psicotrópicos.
La denuncia formal será presentada ante la Fiscalía General de la República (FGR), no sin antes informar a la Secretaría de Salud federal. Los funcionarios bajacalifornianos solicitarán que se indague el papel de la red de mujeres que adquirieron gratuitamente esas cantidades de fentanilo, efedrina y fenobarbital.
“Las cantidades suministradas son desproporcionadas para una sola persona”, advirtieron.
De las 101 recetas que posee éste diario, 52 son de midazolam, un fármaco que se usa previo a las intervenciones quirúrgicas; sirve para aliviar la ansiedad y evitar cualquier recuerdo del evento.
En Estados Unidos es suministrado a los condenados a pena de muerte, pues produce inconsciencia antes de administrar otros medicamentos para detener la respiración y paralizar el corazón.
Otras 22 son de ketamina, que también se usa para inducir o mantener una anestesia. Esta sustancia es capaz de producir una enorme cantidad de efectos que van desde suaves distorsiones perceptivas a alucinaciones muy intensas.
Diez más son de fentanilo, la droga de moda entre los cárteles de la droga por su bajo costo de producción y altas ventas en Estados Unidos. Con un kilo de fentanilo se puede producir un millón de dosis, que en el mercado estadunidense se venden hasta en 20 millones de dólares.
Recetas “atípicas”
Médicos, enfermeras y químicos farmacéuticos, consultados por MILENIO, detallaron que éstas prescripciones son “atípicas”, toda vez que en lugar de aliviar dañan el sistema inmunológico de la madre y el menor.
La doctora Clara Méndez, con 28 años de trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y que ha participado en cientos de labores de parto, indicó que el fentanilo “no se puede suministrar a una mujer embarazada”.
Al consultarla sobre las recetas de Adriana G., Cynthia P., Giselle del Rosario R., Nayeli G. y Myriam L., la médico señaló que incluso la cantidad es escandalosa, pues cinco frascos sirven para todo un quirófano que tiene constantes operaciones.
“Nadie haría una receta para darle fentanilo diario por 30 días vía intravenosa a una mujer, y menos cuando son lactantes, es ilógico. Se pone en riesgo la vida del menor y de la madre, además de que podría tener graves efectos secundarios. No tienen nada que ver con un diagnóstico ni un tratamiento. Es una administración errónea”, comentó.
“En este caso, no sólo es responsable el médico que receta, también quien entrega los medicamentos en la farmacia que debe tener un criterio de lo que está suscrito”.
Méndez añadió que “estas recetas no parecen hechas por un médico que está prescribiendo de manera terapéutica un medicamento. No tienen indicación terapéutica, que es la toma en base a su mecanismo de acción, funcionamiento en el organismo, su excreción y su efecto para la suscripción de la dosis”.
El químico fármaco biólogo del IMSS, Eduardo Martínez, quien también ha participado en labores de parto, coincidió en que las cantidades suministradas corresponden a “dosis para varios días de operaciones en quirófano y no para un solo paciente”.
Además, cuestionó la ética tanto de los médicos que suministran las dosis, como de los encargados de las farmacias, pues “deben darse cuenta y ver que esas dosis no son recomendables, ni coinciden con los padecimientos de los derechohabientes”.
La ex jefa de enfermeras del IMSS, María Cervantes, comentó sobre una dosis de medicamentos suministrados a un menor de dos días de nacido. El bebé fue atendido en el Hospital de Especialidades Médicas de Baja California.
“Esa prescripción no garantiza el bienestar ni la salud del binomio materno fetal”, dijo.
Y explicó que los 25 mg de fenobarbital que se le aplicaría al recién nacido durante 30 días “tampoco considera las técnicas analgésicas más eficientes”.
“Este caso y muchos otros representan un abordaje inadecuado del dolor que puede conllevar a complicaciones médicas, estancias hospitalarias prolongadas y sufrimiento innecesario. Pero nunca con estas dosis y con esas cantidades”, comentó Cervantes.
También en el sector privado
Así como estas recetas fueron expedidas en el sector público por la doctora Aburto, en el sector privado también emitieron decenas de prescripciones firmadas por el doctor Alfonso Romo Zúñiga, mismas que fueron entregadas en el Hospital Materno Infantil de Tijuana por el químico fármaco biólogo Iván Velasco Barrios.
Como la fechada el 5 de noviembre de 2019 para Atlín M., quien por una cesárea recibió una caja con 100 ampolletas de efedrina de 50 mg para aplicarse por 25 días vía intravenosa.
En los últimos años, el fentanilo se ha convertido en el precursor favorito de drogas de los cárteles del narcotráfico, pues apenas una pequeña dosis es 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina.
Puede administrarse en forma de inyección, mediante un parche que se coloca en la piel de la persona o vía oral por medio de tabletas.
Apenas en diciembre del año pasado, el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, reveló un aumento del 525 por ciento respecto a los primeros tres años del gobierno anterior, en el decomiso de fentanilo en el país.
Indicó que en el primer trienio del sexenio se habían asegurado 3 mil 497 kilos de fentanilo, al tiempo que señaló que las intercepciones de esta droga han aumentado en parte porque “el consumo ha cambiado, igual que la producción a nivel mundial”.
“[Las organizaciones criminales] se han ido para la producción y consumo de drogas más letales, pero también con mayor facilidad para hacerlas y con un costo que les permite mayores ganancias”, dijo.
FS