Un caso más de violencia se desató en calles del sur de Monterrey, cuando los tripulantes de una camioneta Mazda fueron heridos a balazos tras ser atacados por sujetos armados.
El incidente ocurrió cuando personas armadas se emparejaron a una camioneta Mazda CX9 que circulaba por la calle Río Nazas, en la colonia Valle del Mirador.
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Presuntamente la camioneta habría recibido al menos una decena de disparos, lo que habría ocasionado que en su intento de escape el conductor derribara una luminaria pública del camellón central e invadió los carriles contrarios para huir por Río Nazas al norte.
Trascendió que los agresores ya no seguían a los tripulantes de la camioneta y a pesar de eso el conductor aceleró e ignoró el tráfico local y los señalamientos viales.
Cerca de un kilómetro más adelante, el conductor de la camioneta Mazda tomó la calle Pípila pero impactó contra un automóvil Chevy que estaba estacionado, no sin antes en su escape haber impactado una camioneta Chevrolet y un coche Aveo.
En el lugar se observó que en el costado del copiloto la camioneta Mazda presentaba al menos 13 impactos de bala, así como manchas de sangre, tanto en los asientos traseros como delanteros.
Una vez detenida al menos dos hombres descendieron y corrieron hacia los campos de fútbol para perderse en los callejones del Cerro de la Campana, mientras que un tercer tripulante huyó a pie por Río Nazas, hasta que cayó hasta el cruce de Santos Cantú Salinas, en la colonia Altamira, justo frente a una escuela secundaria en donde los alumnos y maestros observaron la acción.
Hasta el sitio acudieron elementos de Fuerza Civil y agentes ministeriales, los cuales ubicaron al hombre de aproximadamente 30 a 35 años, y el cual presentaba al menos dos heridas visibles, una en la pierna derecha y otro más en el hombro derecho.
Al lugar acudieron cuerpos de rescate, los cuales estabilizaron al hombre y lo trasladaron a un hospital.
Personal de la Agencia Estatal de Investigaciones y peritos llegaron hasta la escena en donde habría comenzado el ataque y cerraron la vialidad de Río Nazas, en donde además revisaron varias cámaras de vigilancia para determinar las características de los agresores.
Los hechos ocurrieron a una hora en la que Río Nazas se vuelve transitada por familias, niños que salen de las escuelas y empleados que por sus distintos giros inician o culminan su jornada laboral.