La madrugada de su muerte, el empresario Íñigo Saiz recibió una cuenta de 40 mil pesos por cuatro botellas de alcohol y su paso a la zona VIP que le fue ofrecido y cobrado por personal del club nocturno Black Royce.
Según la versión oficial de la fiscalía del Estado de México, el empresario fue persuadido de este consumo por cuatro mujeres y dos hombres, todos arrestados, que laboraban en el club nocturno la noche de su muerte.
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La fiscalía relata que Íñigo Saiz estaba en la planta baja del lugar cuando cuatro mujeres identificadas como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N N”, ordenaron diversas bebidas a las que presuntamente se les suministró una sustancia aún investigada.
Alrededor de las 4:59 horas del domingo 6 de agosto, estas mismas mujeres, junto con Eduardo “N”, capitán de meseros, persuadieron al empresario para subir a la zona VIP en la que al ingresar se le cobraron cuatro botellas con valor de 10 mil pesos cada una.
Esta cuenta de 40 mil pesos, más el consumo previo con las meseras fue registrado en su tarjeta bancaria a las 5:07 horas del domingo.
Pasada menos de una hora dentro de la zona VIP, una de las meseras dijo alertó que el empresario estaba "morado" y que se sentía mal por lo que personal del establecimiento le practicó primeros auxilios antes de llamar a servicios de emergencia.
Muerte por intoxicación y asfixia mecánica
Entre otros datos brindados por la fiscalía, el protocolo de necropsia concluyó que el empresario murió por "asfixia mecánica" en una "sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias" debido a su propio vómito.
Sin embargo, se alertó de sustancias químicas que "limitaron su conciencia" lo que habría propiciado su muerte.
aag