La defensa de una de las empleadas del centro nocturno Black Royce, en el municipio de Naucalpan, Estado de México, -donde murió Iñigo Arenas Saiz el pasado 6 de agosto- rechazó que las trabajadoras del establecimiento drogaran a los clientes para incentivar el consumo de bebidas alcohólicas, como afirmó Ricardo "N", gerente del bar y quien es testigo protegido de la Fiscalía General del Estado de México.
En entrevista con Carlos Zúñiga para MILENIO Televisión, Javier Olvera Hernández, abogado de una de las dos mujeres llamadas Ana Karen "N", comentó que en la audiencia donde se le vinculó a proceso a su representada y a otros cinco empleados más, la jueza determinó que hay elementos suficientes para determinar que la mujer y el resto de los trabajadores participaron en los hechos donde murió el empresario.
"Se le ha dado mucho auge a ese tema del sentido de que suministraban diversas drogas para ejecutar diversos delitos, lo cual hasta esta instancia no ha quedado acreditado ya que no existen más denuncias ni mucho menos", expresó.
Los seis empleados identificados como Aritzi Abril “N”, Ana Karen “N”, Cecilia “N”, Ana Karen “N N”, Eduardo “N” y Carlos Daniel “N”, enfrentan un proceso legal en su contra por su posible intervención en el delito de homicidio.
El abogado indicó que dentro el término de tres días apelarán la resolución de la vinculación a proceso. Además señaló que en la audiencia celebrada en la sala 10 de los Juzgados de Control, Juicio Oral y Ejecución de Sentencia ubicados en Tlalnepantla de Baz, "la fiscalía no pudo definir cuál era la intervención de todos y cada uno de ellos, aunque para la jueza fue distinto".
¿Qué pasó dentro del bar Black Royce?
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó que en in comunicado que se estableció un plazo de dos meses para el cierre de investigación complementaria y ratificó la medida cautelar de prisión preventiva justificada impuesta en audiencia anterior.
De acuerdo con la dependencia mexiquense, en algún momento las cuatro posibles implicadas le habrían suministrado a Iñigo Arenas una sustancia cuya composición fue motivo de peritaje y forma parte de la teoría del caso de la fiscalía.
Estas mismas mujeres, junto con Eduardo “N”, capitán de meseros del lugar y otra persona, lo habrían persuadido de subir a un área identificada como VIP en la planta alta, accediendo la víctima; por ello al llegar a este sitio acompañado por dos hombres y cuatro mujeres, le expendieron cuatro botellas de bebidas, por lo que la cajera del lugar ingresó a esa área para realizar el cobro con cargo a una tarjeta bancaria de la víctima.
Una de las detenidas posteriormente informó al encargado de seguridad del lugar, identificado como Carlos Daniel “N”, que la víctima se había puesto mal, por lo cual le habrían practicado RCP, para finalmente llamar a los servicios de emergencia y trasladar a este hombre a otra área del local junto a la salida de emergencia, lugar donde se realizó el levantamiento del cuerpo.
La fiscalía inició la investigación por el delito de homicidio y ha llevado a cabo diversas diligencias y actos de investigación que señalan a estas seis personas como posibles implicadas en los hechos que derivaron en el fallecimiento de la víctima.
Los seis empleados fueron ingresados hace unos días al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Tlalnepantla, en cumplimiento a orden de aprehensión girada en su contra por estos hechos, donde quedaron a disposición de un juez.
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