Desde hace más de una década, los casi 965 kilómetros de frontera con Guatemala han sido la joya de la corona en el sur de México para el Cártel de Sinaloa, zona que ahora le disputa el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El interés radica en la porosidad de la línea divisoria, donde sólo operan dos puestos fronterizos con puntos de revisión y al menos una veintena de cruces ilegales, por donde se trafican mercancías, drogas y personas.
La violencia en esa zona se desató cuando el cártel Jalisco Nueva Generación le declaró la guerra a la célula de Los Chapitos, que tenía el control de varios territorios en ambos lados de la frontera. Los sicarios de El Mencho pretenden controlar el tráfico de enervantes, pero sobre todo la migración ilegal, uno de sus negocios más rentables actualmente.
El punto de quiebre para las autoridades guatemaltecas fue la difusión de un video, hace una semana, en el que se observa la incursión de un grupo de hombres armados a Chiapas, presuntamente del Cártel de Sinaloa. Ante ello, el ejército de Guatemala y la Policía Nacional desplegaron más de 2 mil efectivos, incluidos miembros del grupo de élite de los Kaibiles, famosos por la letalidad de sus operaciones.
"En este momento estamos cubriendo el límite político entre lo que es Ayutla (cuya cabecera es la ciudad de Tecún Umán) y Ciudad Hidalgo (en Chiapas) que son las comunidades más cercanas, los departamentos más cercanos y los dos pasos fronterizos controlados, del Carmen y Tecún Umán”, comentó el Coronel del Ejército de Guatemala, Alex Manolo Tuyac, comandante de operaciones de montaña en el departamento de San Marcos.
“Luego nos venimos más al norte y tenemos la jurisdicción de Tacaná, y tenemos una situación que se dio con los movimientos de los cárteles mexicanos en el área de Motozintla, donde en algún momento nuestras comunidades se sintieron afectadas o amenazadas".
Las autoridades militares de ese país están en alerta máxima, sobre todo porque conocen la capacidad de fuego de los carteles mexicanos.
El pasado 29 de agosto, el director de la policía de Tecún Umán, departamento de San Marcos, perdió la vida en un atentado a balazos en donde también falleció su escolta, de igual manera, pobladores de aldeas limítrofes con México, fueron amenazados por sujetos armados.
Por eso, los militares guatemaltecos portan armas de grueso calibre, y hacen presencia con vehículos blindados.
Al poner un pie en Guatemala, lo primero que se aprecia es un grupo de militares, que han montado un retén para verificar los vehículos que cruzan la frontera.
En las últimas 72 horas, el ejército de Guatemala ha realizado más de 700 operaciones de vigilancia a lo largo de la frontera con México.
Desde hace 15 días, el límite fronterizo que divide a Motozintla, Chiapas, con Cheguate, Guatemala, departamento de San Marcos, se cierra todos los días, en diferentes horarios, al tránsito de vehículos y motocicletas.
El líder comunero de Motozintla, colocó una pluma metálica en el cruce fronterizo, los pobladores aseguraron a MILENIO, que el cártel de Sinaloa dicta los horarios en los cuales se abre y se cierra la frontera, en un intentó por evitar que sus rivales se hagan presentes.
"Allá que el agente municipal tiene órdenes, del Cártel de Sinaloa, pero eso solo lo saben los empleados municipales", narró una mujer mexicana que pidió anonimato en su declaración.
Cuando la pluma se baja, se interrumpe el tránsito de camiones cargados con mercancías de primera necesidad, a los conductores no les queda de otra más que detenerse frente a la pluma, de lado mexicano, y traspasar la mercancía a un camión estacionado en Guatemala.
Empresarios del país centroamericano compran todo tipo de mercancías en México porque el Quetzal tiene más valor que la moneda mexicana, y cruzan sin pagar impuestos porque no hay garitas en ese punto.
Durante casi una década, el cártel de Sinaloa tejió una red de protección y apoyo, en donde se involucraron alcaldes de departamentos fronterizos.
En 2019, Erick Salvador Suñiga Rodríguez alias Poncho, presidente municipal del departamento de San Marcos, se entregó a la DEA, tras ser acusado por Estados Unidos de colaborar durante 10 años con el cártel de Sinaloa.
El apoyó del presidente municipal de San Marcos, fue fundamental para que los chapitos pudieran traficar sin problemas con la autoridad cocaína y amapola de Guatemala a México.
Actualmente se vive otro conflicto por el tráfico de amapola en Guatemala. En la aldea de Tajumulco, departamento de San Marcos, comuneros mantienen retenidos a tres funcionarios del gobierno federal, por supuesto problemas con otra comunidad, sin embargo, el gobierno guatemalteco aseguró que el origen del problema es el tráfico de amapola.
Otro funcionario de Guatemala que se encuentra en el ojo del huracán por vínculos con El Cártel de Sinaloa, es la presidenta municipal electa de San José, Escuintla,Marcos Odilia González García de Rizzo, quién fue sentenciada a 6 años de prisión por delitos relacionados con narcotráfico y lavado de dinero.
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