Gildardo López Astudillo, uno de los líderes de Guerreros Unidos involucrado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y quien actualmente es testigo de la Fiscalía General de la República (FGR), es cuidado por 12 agentes de Servicio de Protección Federal, la cual le han pagado por su colaboración.
El Gil o El Cabo Gil, como le conocían en la estructura criminal, recibió cerca de un millón de pesos por su colaboración en la identificación del normalista Christian Alfonso Rodríguez Telumbre.
Esto debido a que su declaración permitió que las autoridades realizaran, en noviembre de 2019, una acción de búsqueda en la Barranca de la Carnicería, a más de 800 metros del basurero de Cocula.
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De esa diligencia se enviaron seis fragmentos óseos a la Universidad de Innsbruck, quien confirmó que uno pertenecía a Christian Rodríguez Telumbre.
MILENIO habló con tres fuentes diferentes cercanas a la investigación, quienes confirmaron que Gildardo López Astudillo no se ha dado a la fuga y agregaron que no a todos los Testigos de Identidad Reservada se les otorga protección.
También, dijeron que los padres de los normalistas han pedido verbalmente que El Gil sea nuevamente detenido por la desaparición de sus hijos; ante ésto, el 12 de marzo, López Astudillo tramitó un amparo para no ser aprehendido.
El Gil ya había sido detenido en septiembre de 2015, pero en diciembre de 2019 fue liberado debido a que la antigua Procuraduría General de la República (PGR) torturó a los testigos que lo incriminaban. Posteriormente, se convirtió en testigo de la ahora FGR, bajo el nombre clave de Juan.
Las fuentes consultadas señalaron —además— que la Universidad de Innsbruck no ha entregado los resultados finales de la última tanda de restos entregados para su análisis genético.
Explicaron que, en octubre del 2023, funcionarios de la Fiscalía General de la República viajaron a Austria para entregar el material recuperado en Cuevillas, cercano a la ciudad de Iguala.
En enero, la Universidad informó que por la vía de ADN nuclear no había obtenido material genético suficiente para realizar una confronta, por lo que el gobierno pidió que se realizara el análisis mediante el método de AND mitocondrial, cuyos resultados aún no son entregados.
Las muestras analizadas en Innsbruck no son los restos que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) propuso enviar, pues tanto el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) como los Servicios Periciales de la anterior PGR coincidieron en que ese material no es susceptible de ser analizado.
¿Qué dicen los peritos?
Peritos contaron a MILENIO que algunas de esas piezas están tan dañadas que resultan más afectadas cada que se les mueve.
En más de una ocasión, las autoridades plantearon a la CNDH que para atender ese punto de la recomendación sobre el caso Ayotzinapa se convocara a una junta de peritos, para volver a analizar los restos y llegar a una opinión consensuada, pero desde la gestión de Luis Raúl González Pérez, la CNDH no accedió a la propuesta.
En su recomendación, de más de mil páginas, la CNDH no incluyó el peritaje que sus expertos realizaron a los restos óseos recuperados del basurero de Cocula.
RM