Han pasado seis años desde la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” y desde aquel 26 de septiembre del 2014 los avances en el caso han generado que la denominada ‘verdad histórica’, que señala que los estudiantes fueron asesinados, incinerados y arrojados al basureo de Cocula, en Guerrero, sea cuestionada.
Por estos hechos han sido detenidos unos cuantos y liberados otros. Entre los personajes que forman parte de esta historia está José Ángel Casarrubias Salgado, El Mochomo, involucrado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. El inculpadofue detenido el 24 de junio de este año en Metepec, Estado de México, e ingresado en el penal federal de máxima seguridad del Altiplano, con una orden de aprehensión por el presunto delito de delincuencia organizada, tras casi seis años de búsqueda.
Este jueves un juez federal lo vinculó a proceso por el delito de delincuencia organizada, así como a su abogado Arturo Rodríguez García, identificado como la persona que habló a la madre del presunto líder de Guerreros Unidos para solicitar dinero para entregárselo a un secretario de acuerdos de un juzgado.
José Ángel Casarrubias Salgado figura en declaraciones ministeriales que afirman que él dio la orden de matar a los 43 normalistas de Ayotzinapa y que los cuerpos fueran abandonados en una fosa clandestina en la zona de Pueblo Viejo, entre los límites de los municipios guerrerenses de Iguala y Cocula.
El Mochomo fue uno de los presuntos operadores en el secuestro de los normalistas, e incluso un año después de los hechos de Iguala, la FGR ofreció una recompensa de 1.5 millones de pesos por su paradero.
La noche del 26 de septiembre de 2014, 80 estudiantes viajaban en dos autobuses en el norte de Guerrero, iban camino a la Ciudad de México para participar en la conmemoración del 2 de octubre de 1968, sin embargo, querían 'tomar' más autobuses para que otros alumnos acudieran, pero un grupo de policías municipales intentó bloquear el paso a tres de los camiones e hizo disparos al aire.
En el enfrentamiento contra policías, algunos jóvenes salieron heridos. Más adelante, los otros dos autobuses fueron interceptados; en uno de ellos viajaban 43 estudiantes que presuntamente fueron secuestrados por el grupo Guerreros Unidos.
¿Quiénes son Guerreros Unidos?
Esta organización delictiva fue fundada por Mario Sidronio Casarrubias Salgado, El Sapo Guapo, quien era identificado como uno de los principales traficantes de droga a Chicago, Estados Unidos, y se presumía que realizaba los traslados a través de tráileres de fruta y autobuses de pasajeros.
Casarrubias Salgado trabajó como escolta en el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, pero después de que fueron detenidos o murieron los principales líderes, fundó su propio grupo criminal con ex integrantes de diferentes grupos en Michoacán y Guerrero. Operó en Guerreros Unidos hasta su captura el 29 de abril de 2014, en Toluca, Estado de México.
De acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) Guerreros Unidos surgió en 2011 tras la ruptura del cártel de los Beltrán Leyva; sin embargo, operadores de ese grupo declararon ante autoridades que uno de sus fundadores, Mario Sidronio Casarrubias Salgado, Sapo Guapo, inició su carrera delictiva en La Familia Michoacana.
En sus primeros años, Guerreros Unidos sólo operaba en Iguala, Taxco y Ciudad Altamirano, en Guerrero, y en Cuernavaca, Morelos, hasta que Sapo Guapo, uno de los líderes, extendió la influencia del grupo al Estado de México.
En enero de 2015, el ex procurador general, Jesús Murillo Karam, dio a conocer la conclusión de la investigación sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, a la cual llamó la verdad histórica del caso. En ella se decía que los jóvenes fueron capturados por Guerreros Unidos, pues los confundieron con integrantes del cártel rival Los Rojos, por lo que los torturaron y quemaron en un terreno en Cocula, un poblado cercano a Iguala, para luego tirar sus restos a un río cercano.
Osvaldo Ríos Sánchez, El Gordo, y su hermano Miguel Ángel, El Pozol, ambos de Guerreros Unidos, declararon que los normalistas fueron enterrados en una fosa clandestina en Pueblo Viejo, Iguala, lo anterior después de que El Mochomo ordenó matarlos.
El Mochomo, estuvo a punto de írsele de las manos a la Fiscalía General de la República (FGR), porque una juez federal ordenó su libertad por falta de elementos para procesarlo por un delito que data de 2014, pero a su salida del penal de máxima seguridad del Altiplano fue detenido por una nueva investigación por delincuencia organizada y secuestro.
El 30 de junio pasado, Alejandro Gertz Manero, fiscal general de la República, dijo que la aprehensión de José Ángel Casarrubias es importante porque se trata de “un participante de gran notoriedad en este caso”.
De acuerdo con un organigrama diseñado por la Policía Federal, El Mochomo es el número dos de Guerreros Unidos. A la cabeza está su hermano Sidronio Casarrubias, El Chino, quien también está detenido.
No obstante, otros tres líderes de la organización están libres. Se trata de Salomón Pineda Villa, El Molón, hermano de la esposa del ex presidente municipal de Iguala, María de los Ángeles Pineda Villa, detenida desde 2014; Federico Figueroa y Sóstenes Toribio Rentería, El Chino.
El grupo criminal contaba con una red de protección institucional, conformada por el ex presidente municipal de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa; el entonces secretario de seguridad del municipio, Felipe Flores Vázquez, y el jefe de la policía, Francisco Salgado Valladares. Además del subdirector de la policía de Cocula, César Nava. Todos estos ya detenidos.
irh