Este viernes terminó la entrega y repatriación a Guatemala de los 16 cuerpos de migrantes que murieron calcinados en Camargo, ataque en el que presuntamente estuvieron involucrados elementos de la policía de Tamaulipas, informó la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).
El 8 de marzo, personal de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas de Tamaulipas y de la fiscalía estatal viajó a Guatemala para explicar a los familiares el proceso que se hizo para identificar a los cuerpos, por lo que el lunes comenzó la entrega física y jurídica de los restos al embajador de Guatemala en México, Mario Búcaro Flores, en Reynosa, ciudad desde la que partieron los restos.
Para dar certeza de las identidades de las víctimas tanto a los familiares como a las autoridades guatemaltecas se han llevado a cabo reuniones de trabajo en la ciudad de Guatemala.
La subsecretaria de Legalidad y Servicios Gubernamentales de la Secretaría General del Gobierno de Tamaulipas, Gloria Elena Garza Jiménez, y el director de Operación de Procedimiento Penal Acusatorio y Oral de la Fiscalía General de Justicia, Natanael Castelán Iturria, se reunieron con el ministro del Exterior de Guatemala, Pedro Brolo Vila, para precisar detalles.
La fiscalía explicó que en el proceso de identificación participaron criminalistas, fotógrafos, antropólogos, médicos, odontólogos y genetistas forenses, además de que se obtuvieron perfiles genéticos de sus familiares por medio del consulado.
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De esta manera se pudo identificar que 16 de los 19 cuerpos encontrados en el poblado Santa Anita, Camargo, eran ciudadanos de Guatemala, el resto era de mexicanos, quienes habían pagado a un pollero para que los cruzara a Estados Unidos.
El 22 de enero, los 19 cadáveres fueron localizados en una brecha, tenían impactos de bala y habían sido quemados. Posteriormente, la fiscalía dio a conocer que los responsables del homicidio eran 12 policías estatales de élite perteneciente al Grupo de Operaciones Especiales (GOPES), quienes ya fueron detenidos y aceptaron haber cometido el asesinato, pero aseguraron que no les prendieron fuego a los cuerpos.