Caso Cumbres: paso a paso del doble infanticidio que cimbró a Nuevo León en 2006

Declaraciones contradictorias, influencias mediáticas, violaciones al debido proceso, infidelidades y una serie más de inconsistencias convergieron en una historia que ha vuelto a acaparar la atención de la opinión pública.

Caso cumbres: paso a paso del doble infanticidio que cimbró Nuevo León | Milenio
Anel Tello
Ciudad de México /

“¿Consideras que estás en la cárcel justamente?”, cuestionó la activista Saskia Niño de Rivera a Diego Santoy en una entrevista realizada desde el Penal de Cadereyta en 2022. “Yo sé que cometí un delito y sé que a consecuencia de ese delito debe haber un castigo, punto”, respondió el ahora adulto de casi 40 años de edad.

Dos años más tarde de aquella polémica entrevista, el protagonista de uno de los crímenes más mediáticos de Nuevo León se graduó de la Licenciatura en Derecho y Ciencias Sociales, una carrera a la cual pudo acceder gracias a un programa en línea de la Universidad Ciudadana de Nuevo León (UC).

Ante la presencia de autoridades estatales como el secretario general de gobierno, Javier Navarro, y el senador Luis Donaldo Colosio Riojas, un grupo de 20 internos fue reconocido por la culminación de sus estudios universitarios y por el empeño puesto a su reinserción social.

Entre una comida organizada por el gobierno de Nuevo León y una celebración amenizada con mariachis, fue la reaparición de Diego Santoy la que terminó por acaparar la atención de la opinión pública tanto por su mérito académico como por el camino que tuvo que recorrer para obtenerlo tras una historia que miles de personas recuerdan y que comenzó hace más de una década atrás.

2006: génesis del crimen

Diego Santoy y Erika Peña Coss protagonizaron una turbulenta relación sentimental | Especial

Poco más de 18 años han transcurrido desde que la casa marcada con el número 2909 de la calle Monte Casino en la colonia Cumbres en Monterrey fue escenario de un atroz crimen.

El calendario marcaba como fecha el 2 de marzo de 2006 cuando la turbulenta relación sentimental que sostuvieron Diego Santoy y Erika Peña Coss escaló a un nivel de violencia y saña que terminó por cobrar la vida de dos de los pequeños hermanos de la joven.

De acuerdo con los primeros reportes, dos años antes del crimen Diego y Erika se conocieron en una fiesta e iniciaron una relación sentimental marcada por constantes discusiones, celos y agresiones.

Según declaró la misma Erika Peña Coss, a lo largo de su noviazgo Santoy comenzó a desarrollar conductas violentas y posesivas, por lo que ella optó por terminar el vínculo.

Con dicho precedente se señaló que su ex novio habría entrado a hurtadillas a su domicilio para pedirle que retomaran la relación y, ante la negativa de ella, los ánimos comenzaron a subir de tono hasta el punto de despertar al resto de habitantes que se encontraban en la casa aquella madrugada.

La primera declaración de Erika Peña Coss narró que Diego Santoy perdió el control y atacó a sus dos hermanos Erick y María Fernanda -de tan solo siete y tres años de edad respectivamente- hasta provocarles la muerte. La joven también fue lesionada con arma blanca en diversas ocasiones a la altura del cuello.

Erika Peña Coss, Tere Coss y Azura durante su comparecencia en el caso Diego Santoy. Foto: Archivo.

Dicha primera versión señala como testigo de los hechos a una mujer identificada como Catalina Bautista, quien se desempeñaba como empleada del hogar de la familia Peña Coss. Supuestamente, Santoy la habría amagado y privado de su libertad para trasladarla lejos de la escena del crimen en la cajuela de un auto que robó. Posteriormente la dejó libre.

Tras el doble infanticidio y las lesiones provocadas a Erika Peña Coss, el joven de entonces 21 años pidió ayuda a su hermano para huir de Nuevo León, en tanto, en los medios de comunicación más relevantes del estado y el país ya se le empezaba a identificar como “El asesino de Cumbres”.

En entrevista con Saskia Niño de Rivera, Diego Santoy relató que su intención era llegar a Guatemala junto a su hermano, pues su cuñada era originaria de dicho país. Su huída se frustró en Oaxaca al ser aprehendido por la policía; horas más tarde lo regresaron a Nuevo León para que rindiera cuentas por el crimen.

La versión de Diego Santoy

En sus declaraciones, Diego Santoy aseguró que Erika había sido cómplice de los crímenes. Foto: Archivo.

Las imágenes sobre el joven de 21 años detenido e incluso el careo que tuvo con su ex novia Erika Peña Coss comenzaron a figurar en los noticieros más populares de la época. La brutalidad del crimen alimentó el morbo de las audiencias que seguían, paso por paso, el proceso penal que pesaba en contra de Diego Santoy.

Dicha cuestión, aseguró el joven, resultó clave para que su juicio fuera viciado en distintas partes del debido proceso. Desde la anulación de su primera declaración ante un agente del Ministerio Público, la falta de un abogado en su comparecencia o incluso la demolición de la casa en donde ocurrieron los hechos fueron parte de las irregularidades por las que Santoy ha pedido que se le juzgue nuevamente pero, esta vez, con pleno apego a la legalidad.

En más de una ocasión el joven aseguró que su ex novia Erika Peña Coss fue la autora intelectual del asesinato de sus hermanos y que, además de pedirle que cometiera el crimen, también habría participado en el estrangulamiento de los menores de edad.

Respecto al móvil del doble infanticidio existen dos versiones. La primera, extraoficial, señala que Peña Coss le pidió a Santoy incurrir en el atroz delito como una “prueba de amor”. La segunda, apunta a una ira que la joven habría manifestado al descubrir una aventura que su ex novio tenía con su propia madre.

Al ser cuestionado por Saskia Niño de Rivera sobre esta segunda versión, Diego Santoy confirmó que sostuvo una relación sentimental con la madre de Erika Peña Coss que duró dos meses y de la cual su ex novia se enteró antes del crimen.

Respecto al secuestro de la empleada Catalina Bautista, el acusado aseguró que en ningún momento se le privó de la libertad y que, por el contrario, intentó alejarla de la escena del crimen y le proporcionó recursos monetarios para que ella pudiera llegar a su domicilio.

¿Qué pasó con Erika Peña Coss y con Diego Santoy?

Erika se fue de Monterrey y en 2014 se casó en San Miguel de Allende, Guanajuato. Foto: Especial

Cuatro años después de su aprehensión en Oaxaca, Diego Santoy fue sentenciado a pasar 136 años de prisión por los delitos de homicidio, tentativa de homicidio, robo y secuestro.

Por su parte, Erika Peña Coss desapareció del ojo público y, en 2014, se difundieron fotografías de la joven rehaciendo su vida en una boda celebrada en San Miguel de Allende, Guanajuato.

A lo largo del tiempo que lleva recluido en el penal de Cadereyta, Diego Santoy contrajo matrimonio con una joven que presidía un club de fans que abogaba por su inocencia. Años más tarde la pareja tuvo un hijo.

Desde el Centro de Reinserción Social (CERESO) de Cadereyta, Diego Santoy reconoce su responsabilidad en lo ocurrido aquella noche del 2 de marzo de 2006 en la casa de la colonia Cumbres, no obstante y pese a las reducciones de sentencia que ha logrado, continúa abogando por un juicio justo y conforme a derecho.

"Yo sé que participé, yo sé que hice y hasta donde”, mencionó en entrevista con Saskia Niño de Rivera antes de puntualizar que Erika Peña Coss nunca fue investigada por el crimen.

ATJ

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