Como si hubiera pasado el día de ayer, Gustavo Soto, recuerda la mañana de mediados del mes de abril a casi un año en Dallas, Texas. Despierta, abre sus ojos. Contempla el ventilador colgado en el techo girar una y otra vez. Toma el teléfono y lo primero que mira es su rostro capturado en un vídeo con más de cinco millones de visitas que lo vínculan como principal sospechoso en el feminicidio de Debanhi Escobar, que aconteció en Escobedo, Monterrey. Desde entonces, fue enjuiciado y bautizado como “El Jaguar”.
El apodo, sería el de un hombre que presuntamente fue mencionado en la filtración de una conversación entre la joven y sus amigas, después, un influencer mostraría una nueva charla con la imagen de Soto , a quien lo reconocieron por ser medio hermano del dueño de la empresa de transporte Alcosa, primer punto que la jóven acudió tras descender del taxi la noche en la que desapareció.
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Gustavo, narra que mediante una llamada con uno de sus hermanos es cuando comienza a seguir el caso, adentrándose en un abismo en el que, “no sabes si estás despierto o dormido”. Enseguida, dio inicio a lo que describe como "un ataque” hacia la empresa de su hermano en redes, pero “sangre llama a sangre”, y en un intento por defenderlo, comienzan las especulaciones a su persona llegando a ser señalado, incluso, por tener supuestos vínculos con figuras como la del gobernador de Nuevo León, Samuel García.
Relata a MILENIO que las redes sociales ejercieron como un juzgado, lo relacionaron al “satanismo, lavado dinero , narcotráfico” y a un nuevo crimen que giró en torno al supuesto homicidio de una familia en un accidente de auto en Texas y que debido la presión mediática perdió su aspiración actoral ,tuvo amenazas de muerte hacia a él y su esposa, razón por la que optó a declarar durante más de 14 horas en la fiscalía de Nuevo León en la búsqueda de su inocencia.
Hoy día, aun cuando no tiene peso legal en el caso, afirma que a raíz de su declaración en la carpeta de investigación como “ testigo voluntario”, no ha cesado el cyberbullying a su persona, señalado aún como “ asesino y narcotraficante” , por lo que espera una disculpa sin actuar de manera legal, debido a que “me vi presionado y fui manipulado”.
-¿Cómo se te relaciona con “ El jaguar” y eres vinculado a la desaparición y muerte de Debanhi?
-A mí no me apodan“El jaguar”. “El Jaguar” se lo inventaron en redes sociales gente con la que yo empecé a discutir en la página de la compañía de mi hermano, esa es la razón por la que a mí me vinculan (...) Cuando a mí pregunta Fabián Pasos (influencer) quién filtró las conversaciones, le digo sí, las inventó la sociedad, un grupo de activistas; me dijo no, el que me dio las conversaciones para que sacara el supuesto jaguar fue el señor Mario Escobar.
-¿ Y cómo fue la discusión en la escena de las redes en la que defiendes a tu medio hermano?
-En mi ignorancia no saber cómo son las redes sociales, qué es el ciberbullying, qué es el “hate”, a mí me empiezan a atacar por yo estar defendiendo la empresa de mi hermano: llegué a tener tendencias suicidas por la presión mediática
-¿ Y con las autoridades?, ¿cuál ha sido ese contacto a un año y qué impresión te da en la resolución que ha tenido esto?
-He llegado a tener contacto hasta con el FBI, me ha investigado el gobierno de Estados Unidos y yo no soy narcotraficante.Yo tengo reporte de policías por amenazas de muertes en Estados Unidos; la fiscalía de Monterrey tampoco acepta mis denuncias ( por amenazas de muerte).
¿Que sigue para Gustavo Soto?
-Tengo ahora un sueño en convertirme en activista y poder ayudar a toda la gente qué ha sido difamada en redes sociales,poder ayudar y tener voz.
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HCM