En menos de cuatro horas, integrantes de una banda dedicada a extorsiones bajo la modalidad conocida como La Patrona, intentaron engañar dos veces a la empleada doméstica de un inmueble ubicado en la colonia Bosques del Pedregal, alcaldía Tlalpan, pero fueron detenidos por agentes de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
Alrededor de las 13:30 horas del 28 de septiembre pasado, la trabajadora recibió una llamada en la que un hombre le dijo que tenía secuestrado a su jefe, por lo que le exigió 120 mil pesos a cambio de liberarlo.
"Le hablan a la trabajadora de la casa y le dicen que a su patrón lo tenían secuestrado, que necesitaban que sacara el efectivo para que pudiera llevarlo a algún lugar para entregarlo y posteriormente dejarlo libre. En todo momento se estaban comunicando con la trabajadora del domicilio. Le da seguimiento la trabajadora, la guían dónde entregarlo, lo entrega y posteriormente se regresa al domicilio", dijo a MILENIO uno de los agentes que realizó la detención.
Luego de la entrega, la mujer regresó a su lugar de trabajo y horas después de unas su patrón llegó al domicilio y le explicó lo sucedido. El afectado decidió denunciar los hechos, por lo que un reporte le llegó al área de inteligencia de la policía capitalina para rastrear a los presuntos responsables.
Sin embargo, aproximadamente a las 17:00 horas, la empleada contestó una nueva llamada donde el mismo hombre de la comunicación anterior le dijo que ahora tenía que entregar cualquier objeto de valor que hubiera en la casa para dejar en libertad a su jefe.
"Hacen una denuncia, a nosotros nos mandan los datos para hacer la investigación, posteriormente nos vamos a hacer la investigación con el afectado que nos cuenta todo lo de la primera entrega y ya nosotros coordinamos toda la segunda entrega.
"La segunda entrega se da porque al entrevistarnos con el afectado, nos empieza a decir el movimiento de la primera y ya empezamos a armar un dispositivo con él, pero en todo momento lo tienen en la línea a la trabajadora del inmueble. Le dicen que no le cuelgue, que se mantenga en línea", relató el agente.
Para la segunda entrega, el dueño de la casa juntó relojes y joyas para ponerlas dentro de una maleta negra para que la trabajadora mandara las fotos de los objetos de valor que llevaría para el supuesto rescate.
A la mujer le dijeron que el encuentro se haría en la entrada del mismo inmueble aproximadamente a la 1:30 horas de la madrugada del 29 de septiembre, a donde llegaría un vehículo con cromática de taxi para recoger el rescate.
Los agentes se hicieron pasar por guardias de seguridad que solamente anunciaron la llegada de los hombres a quienes la trabajadora doméstica entregó el paquete.
Previamente, los agentes habían estructurado un operativo en el que se dejaría avanzar "con confianza" a los tripulantes del taxi para posteriormente detenerlos.
"Armamos un dispositivo en cuestión, dicen que va ser un taxi el que va llegar a recoger las cosas, nosotros estamos al pendiente, esto sucedió como a la 1:30 de la mañana. Ellos lo que tratan es ganar tiempo y que se haga donde no haya mucha gente", dijo otro de los oficiales.
Los agentes, con apoyo de otros policías, siguieron el taxi hasta un domicilio de la calle Juan E. Hernández y Dávalos, de la colonia Asturias, alcaldía Cuauhtémoc, donde el taxi se detuvo y descendieron dos hombres y una mujer.
Las tres personas comenzaron a revisar y repartir lo que tenía la bolsa en la que les fueron entregadas las joyas y objetos de valor, por lo que los policías procedieron a hacer la detención.
Los detenidos fueron identificados como Carmina "N", Fernando "N" y Maximino "N", de 29, 33 y 55 años, respectivamente. Luego de ser presentados ante un Ministerio Público de la Fiscalía General de Justicia, las autoridades identificaron que estarían relacionados con al menos cuatro eventos bajo el mismo modus operandi.
Uno de los agentes explicó que esta organización opera principalmente llamado a casas ubicadas en zonas residenciales de diversas alcaldías, para engañar a empleadas domésticas al decirles que su jefe está secuestrado o involucrado en una situación de emergencia, por lo que les piden importantes sumas de dinero u objetos de valor.
"Esta banda es muy fuerte porque tienen gente para ir a cobrar los rescates, quien habla a dónde lo van a llevar, es muy grande y hay muchas personas involucradas", puntualizó uno de los agentes.
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