La primera persona encarcelada en Ciudad de México por maltrato animal, luego de prenderle fuego a una perrita raza pitbull, quedó en libertad bajo medidas cautelares que deberá cumplir para evitar reingresar a prisión.
Durante la audiencia intermedia que se realizó esta mañana, una juez notificó a Fidel que el delito que se le imputó no es considerado grave, pese a que había quedado preso en noviembre pasado por este hecho.
El sujeto que laboraba como “diablero” en la Central de Abasto, dijo estar arrepentido, por lo que deberá acudir a firmar de manera periódica, sin embargo, tiene prohibido acercarse a la perrita Lala, además deberá cubrir gastos médicos como reparación de daño y contribuir con la Agencia de Gestión Animal.
También se le impidió acercarse o intentar contactar a la activista Norma Huerta, dirigente de la asociación Mundo Patitas, quien lo denunció por este caso.
Huerta había señalado en la cuenta de Twitter de Mundo Patitas que la fecha y hora de la audiencia intermedia, este 31 de diciembre a las 8:30 horas, resultaban sospechosas.
“Él (Fidel) es un peligro para la sociedad y en la cárcel se debe quedar”, indicó.
El pasado 13 de noviembre la juez de control, María Luisa Morales, impuso a Fidel prisión preventiva justificada y calificó el daño a Lala como un acto de crueldad y de tortura, pero la defensa logró que quedara libre.
EB