Wendy y Manuel decidieron dar un paseo por el Parque Nacional de Fuentes Brotantes, en la alcaldía Tlalpan, pero presuntamente fueron amenazados con una pistola y golpeados con un tolete por policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) ocasionándole a ella una herida en la cabeza de cinco centímetros de largo y dos de profundidad, mientras que a él lo dejaron con varios golpes.
El 26 de agosto, cerca de las 16:30 horas, ambos estaban platicando por el lugar y “de repente llegó un policía a querer esculcar”, pero a decir de la joven de 17 años, ella no llevaba consigo una bolsa o mochila alguna para que fuese revisada.
“Le pregunté que por qué nos iba a esculcar; sacó una pistola de su bolsa y dijo que si no nos estábamos quietos nos iba a disparar, mi novio le dijo que pues le disparara, no nos dejamos y nos empezaron a pegar con piedras. Los comencé a grabar y nos dijo que ya nos fuéramos. Después, nos fuimos a dar una vuelta y ya cuando salimos estaban otros tres, ya eran cinco policías (…) nos regresamos, pero nos siguieron".
“Salieron ya con la macana y uno empezó a agredir verbalmente a mi novio; nos empezó a pegar con la macana, yo le decía que no le pegara, nos hicimos para atrás y nos empezaron a pegar con la macana. Mi novio estaba tirado y empecé a sangrar y fue cuando nos dejaron de pegar porque empezó a pasar gente (…) la macana me la reventaron en la cabeza”, contó Wendy a MILENIO.
La menor recuerda que varias personas le habían comentado que ese lugar era utilizado por los policías para consumir bebidas alcohólicas; el día de la agresión, uno de los oficiales le pidió a la pareja que se detuvieran (sin aparente motivo alguno), les dijo a los jóvenes que eran unos muertos de hambre y sacó su arma.
“Nos apuntó, pero cuando mi novio le dijo que nos disparara la volvió a guardar”, señaló Wendy.
De acuerdo con la joven, pasados algunos minutos, al lugar llegaron más policías, quienes portaban un uniforme diferente, donde sobresalían sus gorras azules; Wendy no logró ver el nombre de los oficiales y sólo pudo grabar unos instantes antes de que su celular le fuera arrebatado por uno de sus agresores.
Wendy cuenta que los elementos policiacos se acercaron a ella y a su novio y comenzaron a golpearlos; minutos después, uno de los oficiales les dice que se retiren si no querían ser puestos a disposición del Ministerio Público.
En su desesperación por defenderse ella tomó una piedra para arrojarla a los elementos de la SSC, pero no les dio “en ninguna parte” a sus agresores.
“Uno me empezó a pegar más fuerte en la cabeza y me reventó la macana, después me empecé a marear; volteé y mi novio estaba en el piso, le estaban pegando entre tres policías y a mí me pegaron dos”, explicó.
Tras ser golpeados por cerca de 15 minutos, la joven pareja contactó a su familia, quienes pidieron ayuda a otros elementos policiacos, quienes llegaron a bordo de la patrulla de la cual sólo sabe que decía MX-631-M, pero estos le dijeron que no podían hacer nada.
Posteriormente, llamaron a otros elementos de seguridad y ellos llevaron a Wendy y a su novio a la fiscalía y al hospital, donde a la joven le cosieron la cabeza, mientras que su novio, de 18 años, “tenía golpes y le recetaron paracetamol para el dolor”.
“Marcaron a una patrulla y uno de los policías empezó a justificar lo que había pasado: empezaron a decir que yo me había caído y que los golpes que tenía eran por la gorra”, explicó Wendy.
Finalmente, al acudir a la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México a denunciar estos hechos, las autoridades les pidieron a las victimas y sus familiares que en 15 días regresaran para poder iniciar una investigación.
KT