El pasado 15 de agosto, dos jóvenes de aproximadamente 20 años tomaron un taxi en el centro de la Ciudad de México con dirección a Cuautepec, alcaldía Gustavo A. Madero, para reunirse con unos amigos. Era cerca de la medianoche cuando llegaron a su destino, el taxímetro marcaba 200 pesos, pero el chofer les exigió mil pesos sin explicación alguna, por lo que la pareja de amigos se negó a pagar sin imaginarse que dos hombres más llegarían para golpearlos y robarles.
Los hechos ocurrieron en las calles de Apango y Cuarta Cerrada de Apango, colonia General Felipe Berriozábal. Ahí se encontraban dos taxis, el que llevó a los dos jóvenes a Cuautepec y otro en el que llegaron dos hombres que los agredieron físicamente y les quitaron sus celulares para cobrarse el servicio.
En el lugar se encontraba un botón de pánico con el que las dos víctimas solicitaron apoyo, además de una cámara del gobierno capitalino que no captó el asalto, pero sí registró cómo huían los dos taxis.
El oficial Godínez, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, atendió la emergencia y en escasos minutos se encontró con los dos jóvenes, quienes se notaban asustados y le explicaron cómo fueron agredidos.
Ilustración: Moisés Butze
“Llegan a su destino y el taxista les dice que son mil pesos, ellos le dicen que marcaba 200 y a lo mejor los vieron muy jóvenes y se quisieron aprovechar. El primer taxista los empieza a agredir verbalmente, en lo que están discutiendo llega otro taxi y es cuando los empiezan a agredir físicamente.
“Se retiran los taxis, eso fue en un callejón, donde no tiene visibilidad la cámara y ya más adelante nos dicen (en el C2) que conforme a la descripción que nos dieron las personas, salen dos taxis juntos y nos fue dando una ruta”, dijo el agente en entrevista con MILENIO.
Cuando los operadores del C2 Norte ubicaron a los sospechosos, estos iban por Calzada de los Misterios. El policía perseguía a los presuntos ladrones , mientras que en la patrulla donde viajaban los dos afectados con el objetivo de identificar a sus agresores, en tanto que a la detención se sumó el oficial Pérez.
“Les digo a los chavos súbanse, ya tienen los taxis. Ya cuando nos dicen que los tienen en tiempo real y los llevaban sobre Misterios, nosotros ya íbamos minutos atrás de ellos. Cuando nosotros vamos por Misterios, ellos ya empezaban a bajar la velocidad, iban los dos taxis juntos. Mi compañero aborda el taxi que trae dos personas y yo el que trae una que es el que los había trasladado (a los jóvenes)”, explicó el policía Godínez.
La captura se realizó en Calzada Misterios esquina Río Blanco, donde fueron detenidos tres individuos de 23, 30 y 33 años, a quienes les decomisaron los teléfonos de las víctimas y los taxis en los que huyeron después del robo.
Al momento de ser asegurados, los individuos no pusieron resistencia, tenían un semblante de tranquilidad, incluso, uno de ellos dijo al oficial Godínez “¿por qué me detienes? yo siempre lo hago”, en relación a los hechos.
Ilustración: Moisés Butze
El oficial Pérez narra que los dos jóvenes identificaron como sus agresores a los tres detenidos, por lo que se dirigieron a la Fiscalía Territorial GAM-4 o para ponerlos a disposición del Ministerio Público.
En la agencia del MP, un grupo de 30 taxis cercaron el inmueble para tratar de liberar a los taxistas detenidos. Los policías explican que los transportistas intentaron entrar por la fuerza a la fiscalía, además de que lanzaron botellas y otros objetos al inmueble; sin embargo, esto se evitó con apoyo de otros elementos de la policía capitalina.
“Como a los cinco minutos de haber llegado ya teníamos como unos 30 taxis y pues todos comentaron que iban a traer más taxis para liberar a estas personas. Ya entrando a la agencia, estuvieron afuera tratando de dañar las unidades, de entrar a la fuerza”, señaló.
Los dos oficiales coinciden en que durante la presentación de los detenidos ante el Ministerio Público, los tres detenidos parecían confiados en que serían liberados, pero que su actitud cambió cuando se enteraron que las víctimas sí acudieron a denunciarlos.
Ilustración: Moisés Butze
“Yo los noté que venían muy seguros por el apoyo de todos los taxistas. Pero a la hora que pasamos junto a la parte afectada, los vieron de reojo y dijeron esto sí va en serio”, añadió el oficial Pérez.
Para los agentes de la Policía capitalina, está detención refleja parte del día a día en el sector Cuautepec, el cual aseguran que es uno de los más complicados por las amplitudes y condiciones de la zona, pero que es un lugar donde se puede apoyar mucho a los ciudadanos.
“Es un sector complicado, una por el terreno, dos por la cercanía con el Estado de México, ya que tanto entra como sale gente y muchas veces las personas que vienen a hacer sus fechorías lo primero que hacen es brincar al Estado de México”, explicó Godínez.
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