Joaquín El Chapo Guzmán cayó en la tentación del retrato. Quiso que, como lo hacen reyes y presidentes, su rostro quedara para el futuro en un óleo de 70 por 90 centímetros.
¿Quién lo hizo?, ¿cuánto le pagó el capo y cómo lo convenció? Esta es la historia que cuenta el pintor Hugo Zúñiga sobre la noche en que conoció a El Chapo.
Después de esto a Hugo Zúñiga le queda claro que un artista no puede darse el lujo de elegir a sus seguidores ni a sus clientes.
"Se abrió la puerta, eléctrica, pásale Zúñiga. Con linternas, nada de luz todo oscuro. La otra puerta se abrió, ay cabrón, ¿oyes qué es esto, el túnel del tiempo o qué?, preguntó nervioso, Zúñiga, tranquilo. Sí. La otra puerta. Ya caminamos, todo oscuro, cuando escucho una voz: '¡pásale Zúñiga!'".
Lo que originalmente sería una noche de bohemia en Taxco, Guerrero, se convirtió para este pintor surrealista con un talento innegable desde los 6 años, en un encuentro con Joaquín El Chapo Guzmán en un lugar del que nunca conocerá su ubicación pues llegó de noche, siguiendo un laberinto creado por el conductor, mientras él iba con la cabeza tapada.
Cuando finalmente lo recibió el narcotraficante hoy preso en Nueva York, platicaron al calor del whisky: "Oyes, mi retrato. Te lo voy a hacer. Te van a dar unas fotos. Sí, como no, con mucho gusto. Bueno salud. Salud. Estuve así platicando más o menos cerca de una hora.
Al despedirse recibió un obsequio."Te agradezco mucho, le dije. 'A ti, pórtate bien, cabrón, te tengo un regalo. Sí. Ten'. Una pistola 45. 'Para ti, guárdala no la vayas a empeñar. Cachas de oro y el cañón también".
Así fue como le hizo al narco mexicano más famoso del mundo un retrato al óleo de 70 centímetros por 90 centímetros, por el que recibió 70 mil pesos. También le hizo la 'chapoplayera' un retrato a pluma que presentará el sábado para recaudar fondos para La casa del periodista en su ciudad, Acapulco.
Con el mismo precio, medida y técnica hizo otro trabajo, para otro narcotraficante famoso, cuyo intermediario en la negociación fue el abogado Leopoldo De La Cruz Agüero.
"Oye le gustó mucho, me contó después, dice el pintor Zúñiga, un gran regalazo, no creía que fueras tan chingón para el retrato, le gustó. Inclusive te envió un regalo, toma: un rifle con mira telescópica, ¿y esto? 'Me dijo para cuando vayas se cacería para animales de dos patas'".
A sus 70 años este artista tiene una vida de nómada que hace honor al estigma bohemio. Egresado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas y becado para estudiar en el Instituto Pratts de Nueva York, ha expuesto en todo México y en 10 países más. Trabajó en la Procuraduría de Guerrero haciendo retratos hablados y ha pintado a presidentes, políticos, actores, cantantes, guerrilleros y narcotraficantes.
Ahora, Zúñiga será, de acuerdo con el abogado de la familia de El Chapo Guzmán, José Luis González Meza, quien pinte los murales de la universidad de Badiraguato que construirá la familia de este narcotraficante.
"El abogado me dijo de los murales: Zúñiga, vamos a hacer esto, qué bueno, le dije. Vamos a hacer murales en las 20 hectáreas de la universidad, pero falta saber los temas".
Este artista que se siente mejor con aquellos que han sido más auténticos y honestos con él, dice que no importa la procedencia del recurso si de ahí van a salir preparadas personas que harán el bien por México.
"Es que ya no sabes, a veces, quienes son los buenos y quienes los malos".
bgpa