La ola de asesinatos inició en agosto de 1972. El primero sería Joel LeBaron, el líder de la Iglesia del Primogénito de la Plenitud de los Tiempos, una rama fundamentalista de los mormones que se había establecido en México, luego de huir de la ley estadounidense que no los dejaba practicar la poligamia. Fundaron una colonia en Ensenada, y con otros 200 seguidores la bautizaron como Los Molinos. Era apenas una ranchería con unas cuantas casitas de adobe, muy cerca de la zona agrícola de San Quintín.
El 20 de agosto, Joel LeBaron iba a recoger el carrito familiar que había sufrido un desperfecto mecánico a unas cuantas calles de su casa. Lo acompañaban su esposa Jeannine y su hijo Juan. Pero cuando llegó al taller se topó con los hermanos Raúl y Gamaliel Ríos, con Andrés Zarate y Daniel Jordán, cuatro exseguidores de su iglesia que ahora formaban parte de otra, la de su hermano: La Iglesia del Cordero de Dios.
Esta había sido fundada por su propio hermano, Ervil Morrell LeBaron, quien había sido desterrado en 1970 cuando intentó darle un golpe de estado para hacerse del control de la colonia mormona. Durante los años en el destierro se había autoproclamado un “representante de Dios”, capaz de ejecutar a cualquiera que se negara a aceptarlo. Ese sería el camino de su historia criminal.
Esa tarde del 20 de agosto de 1972, los fanáticos religiosos de su hermano golpearon ferozmente a Joel y al no poder vencerlo –pesaba 90 kilos y medía 1.85 de altura– sacaron una pistola y le dieron tres tiros. Según las declaraciones de los mormones ante la policía de Ensenada, más tarde Ervil intentaría convertirse en el líder de Los Molinos. Pero a pesar de jurarles que Joel había sido un “falso profeta”, las familias lo repudiaron.
Ervil, con complejos mesiánicos, no lo soportó. Dos años después pasó factura. El 26 de diciembre de 1974, cuando estaban apenas agarrando el sueño, los pobladores de Los Molinos se despertaron sacudidos por un estruendo misterioso: les estaban lanzando bombas molotov. Los que alcanzaron a salir intentaron apagar el fuego que incendiaba sus casitas, pero desde los arbustos les lanzaron más bombas. Esa noche dos personas fueron asesinadas y otras 12 más quedaron heridas.
El artífice de la matanza en Los Molinos fue Ervil LeBaron, ayudado por otros mormones que se habían unido a su causa. Fue su venganza contra los seguidores de la iglesia de su hermano Joel. Pronto fue conocido como El Charles Manson de los LeBaron, en alusión al líder de La Familia, que por esos años había asesinado a la actriz Sharon Tate, esposa del director de cine Roman Polanski y otras cuatro personas en Beverly Hills.
Esta es una colaboración de ARCHIVERO para DOMINGA, que reconstruye este caso gracias a expedientes olvidados entre cajones y viejas oficinas públicas. Casos como éste revelan que en México la verdad oficial siempre está en obra negra.
El plan de Ervil LeBaron era salvar al mundo
La averiguación previa de un juzgado en Ensenada, al norte de México, va recogiendo testimonio por testimonio de los integrantes de la familia LeBaron que presenciaron las “disputas eclesiásticas” entre los hermanos Joel y Ervil. Carlota Kunz LeBaron declaró que los primeros días de 1971 se encontró a Mark Chynoweth, exintegrante de la colonia que ya se había convertido a La Iglesia del Cordero de Dios.
El encuentro fue aterrador: Mark se acercó a ella y le dijo que Joel y sus otros hermanos eran enemigos de Dios y debían ser eliminados. “Tú y todos deben realizarlo, ellos son criminales”, le dijo. Susan Ray, otra mujer que pertenecía a la comunidad, atestiguó algo parecido; que en abril de 1972 el mismo Mark también la visitó y le contó que se había convertido a la doctrina de Ervil Morell y que su misión era “salvar al mundo”.
“Es necesario matar a todos los hombres malos para salvar a los hombres buenos”, le soltó fuera de sí. También le contó que Joel era un criminal a nivel celestial. Mark confirmó después que lo despreciaba pero nunca reconoció ser parte del plan de asesinarlo.
La autopsia realizada por un médico legista en Ensenada revela que Joel LeBaron fue asesinado a los 49 años y se ensañaron con él: le dieron un tiro arriba de la oreja, otro en la nuca, otro más en la cabeza; la boca, el mentón y el cuello quedaron destruidos.
Su hijo Juan, de apenas 14 años, testificó ante el Ministerio Público el 4 de septiembre de 1974. Declaró a la autoridad que ese 20 de agosto, a eso de las 13:40 horas, acompañó a su padre y a su madre Jeannine a la avenida Espinoza con calle Segunda, en el poblado de Vicente Guerrero, a recoger el Buick color guinda que estaba en el taller. Mientras su mamá hacía un mandado por ahí, él se quedó esperando a su padre, quien entró a buscar a los mecánicos. Desde una ventana vio a su padre gritar y discutir fuertemente con otros exintegrantes del culto. Después escuchó los balazos.
El niño corrió dentro de la casa y lo vio bañado en sangre, mientras por una puerta trasera alcanzó a ver cómo escapaban los que lo asesinaron.
En los archivos desclasificados de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) hay fichas de captura que las autoridades pegaron por los postes de Baja California, que anunciaban una recompensa de 300 mil pesos de entonces. Los primeros acusados fueron Ervil Morell LeBaron, a quien describen como un hombre blanco de 47 años y que medía 1.93 de estatura. Y a otros seguidores: Daniel Jordán, los hermanos Gamaliel y Raúl Ríos, contra Conway LeBaron y Mark Chynoweth.
Después del asesinato de Joel vendría el atentado en El Molino, aunque parece que las autoridades mexicanas no revelaron mayor información sobre la investigación de esa tragedia. Tampoco consignan cómo lo lograron, sólo que en 1974, tras el atentado en El Molino, fue detenido pero por tecnicismos legales logró obtener su libertad en el año de 1975.
Ervil LeBaron ordenó un tercer asesinato en Estados Unidos
La historia de El Charles Manson de los LeBaron cobró fuerza cuando las autoridades estadounidenses descubrieron que, el 10 de mayo 1977, ordenó el asesinato de Rulon C. Allred, líder de los Hermanos Apostólicos Unidos, otra facción fundamentalista mormona establecida en Utah, Estados Unidos. Ervil le había propuesto unir sus dos corrientes polígamas pero el hombre se negó, incluso pese a las amenazas de este.
Según un informe de la DFS, en México recibieron información de las autoridades estadounidenses de que Rena Chynoweth –una de las 18 esposas de Ervil–, supuestamente asesinó a Allred en Utah, acompañada de una hijastra de Ervil, Ramona Marston. En una ficha informativa de 1978, aseguran que Ervil LeBaron tenía la misión de asesinar “a unas 20 personas” para llevar a cabo su plan eclesiástico de salvar al mundo.
Los primeros indicios de una verdadera cacería en México contra Ervil LeBaron vienen del 14 de junio de 1978, cuando la policía detuvo a seguidores de la Iglesia del Cordero de Dios. En sus fotografías vemos hombres rubios con cara de niños que lucen aterrados y golpeados en la nariz, como Eduardo Marston. También fueron detenidos en Macuspana, Tabasco, Carlos y Guillermo Ríos, hermanos de Raúl y Gamaliel Ríos, unos de los primeros acusados por el asesinato de Joel LeBaron, en Ensenada.
El 14 de junio de ese año sería detenido finalmente Gamaliel Ríos y por esos días, gracias a la información que recopilaron en interrogatorios, empezaron a buscar a Arturo Morell, un familiar de Ervil. En el escándalo mormón, la DFS terminó involucrando a una estrella de la música mexicana. “Se tiene conocimiento [de] que se encuentra con Francisco José Hernández Chico Che”, dicen las fichas policiales. Hasta dejaron registro de que fueron hasta su domicilio en Tabasco, donde presionaron a su esposa para que les diera más información del paradero de Arturo o Ervil LeBaron.
La ficha sigue: “El Sr. Puebla [pseudónimo de un contacto secreto] dijo que el Músico Chico Che, el cual tiene un conjunto en Tabaco [sic], es el Contacto de Ervil Morell y que posiblemente estuviera [con] él o algún otro americano que buscan en su domicilio”.
Estos detenidos aseguraron que la última vez que lo vieron fue dos meses atrás cuando tripulaba un auto color verde de 1977 y que lo acompañaron a varias rancherías y municipios de Tabasco y Chiapas para comprar terrenos, pero no hubo alguno que le gustara. El 31 octubre de 1978, la policía encontró a Ervil junto con otras cinco personas en Catemaco, Veracruz. A las 16:00 horas fue detenido en un domicilio en la calle Hidalgo en el departamento número 13. Entre las personas detenidas estaba su esposa Rena. Fueron inmediatamente trasladadas a la Ciudad de México, a las oficinas de la DFS.
El 3 de noviembre fue detenido Daniel Jordán, lo hizo el agente de la Policía Estatal, Rodolfo Riva Palacios; como dato curioso, este sería acusado muchos, muchísimos años después de haber complotado para matar al candidato Luis Donaldo Colosio en 1994.
Tras su detención todos negaron su participación en los homicidios e incluso se dijeron perseguidos por el grupo religioso que había fundado Heber C. Kimball, El Movimiento de los Santos de los Últimos Días. Se consideraban disidentes. Aun así, las autoridades mexicanas los entregaron al FBI y en 1981, mientras cumplía una sentencia de cadena perpetua, Ervil LeBaron murió en prisión. Se le relaciona al menos con 20 asesinatos.
Paolo Sánchez Castañeda colaboró en la búsqueda de este archivo.
GSC/AMP