Una avalancha de críticas se ha desbordado nuevamente sobre la alcaldesa de Chilpancingo de los Bravo, Norma Otilia Hernández Martínez, luego de que durante una conferencia matutina asegurara que no tiene ningún conflicto con la delincuencia organizada.
"Yo soy una mujer que hago política, yo en mi caso no tengo ningún problema con la delincuencia organizada, los delincuentes se hablan entre ellos, nosotros hacemos política, a nosotros nos toca la prevención del delito, trabajamos en lo que nos toca hacer", fueron las palabras con las que la presidenta municipal de la capital de Guerrero se pronunció sobre los recientes hechos violentos registrados en la demarcación.
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Fue cuestión de minutos para que sus declaraciones dividieran a la opinión pública entre quienes respaldan su administración y quienes volvieron a reavivar señalamientos de un presunto 'narcogobierno'. Y es que, en agosto de 2023, a través de redes sociales se difundió un video en el que se aprecia a la edil desayunando con el supuesto líder de un grupo delictivo que opera en distintos estados de Guerrero, incluyendo la capital.
Si bien la Fiscalía General de la República (FGR) informó que investigarían el origen de la polémica grabación, Norma Otilia Hernández continúa desempeñando el cargo de edil de Chilpancingo de los Bravo, uno de los principales municipios de Guerrero que se ha paralizado ante la violencia que asedia a sus habitantes
¿Qué está pasando con los transportistas en Guerrero?
Aunque desde su cargo la presidenta municipal de la capital de Guerrero dijo no tener problema con la delincuencia organizada, para decenas de transportistas la realidad es totalmente contrastante.
Fue el pasado lunes 5 de febrero cuando en distintos puntos de Chilpancingo de los Bravo fueron ejecutados cuatro choferes de transporte público. El primer caso se reportó poco después de las 6:30 de la mañana cuando un comando armado disparó en contra de un conductor de urvans en la base Chilpancingo - Chilapa Águilas Doradas.
El ataque provocó la movilización de paramédicos que intentaron trasladar al chofer herido hasta un hospital, sin embargo, las heridas por arma de fuego le provocaron la muerte antes de que pudiera recibir atención médica.
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Al mismo tiempo, otra camioneta tipo urvan de la ruta Chilpancingo -Petaquillas fue atacada a escasos metros del centro del municipio con el mismo modus operandi. En esa ocasión, el grupo de hombres armados también disparó en contra del conductor, quien falleció de forma casi inmediata.
Horas más tarde, en el boulevard de esa misma ruta fue reportado un taxi incendiado al número de emergencias 911, autoridades pudieron constatar el hecho en su arribo al sitio, además de que informaron la localización de un cuerpo calcinado al interior del vehículo.
El cuarto hecho violento reportado en contra de transportistas se suscitó en la calle Vicente Guerrero de la colonia Las Torres en donde nuevamente una camioneta tipo urvan fue objetivo de un ataque armado en contra del conductor, quien murió acribillado.
Las constantes y violentas agresiones orillaron a decenas de transportistas a paralizar sus servicios, dejando a las y los habitantes de Chilpancingo de los Bravo sin los medios necesarios para poder llegar a sus centros de trabajo o estudio.
Con dichos precedentes, diversas instituciones académicas de la capital del estado anunciaron la suspensión de clases presenciales, aún y cuando la Secretaría de Educación de Guerrero (SEG) no emitió un comunicado oficial sobre la situación.
Escuelas secundarias, preparatorias, bachilleres y hasta la misma Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) indicaron a través de sus canales oficiales de comunicación que se tomó la decisión ante la situación del transporte público y para salvaguardar la integridad de sus estudiantes y planta docente.
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Pese a no existir un comunicado oficial de la SEG, su titular Marcial Rodríguez Saldaña respaldó la determinación de directores, padres de familia y maestros de Chilpancingo, además de que descartó que existan sanciones en contra de quienes decidieron suspender las clases.
"Nosotros siempre vamos a estar de lado de la gente, de los estudiantes y de los padres de familia; hay circunstancias ajenas al entorno educativo que pueden limitar la actividad, como sucedió en Acapulco y Coyuca de Benítez con el huracán Otis", indicó el funcionario público.
Hasta el momento en el que se escribe esta nota han transcurrido dos días desde que instituciones académicas de todos los niveles suspendieron sus clases presenciales, no obstante, se espera que las y los estudiantes reanuden sus actividades en la medida que taxis y urvans reactiven sus servicios, tal y como sucedió en Taxco de Alarcón en semanas pasadas.
Grupos delictivos detrás de agresiones transportistas en Chilpancingo de los Bravo
Las recientes agresiones en contra de transportistas que obligaron a habitantes de la capital guerrerense a suspender su cotidianidad figuran como un capítulo más de la serie de episodios violentos que grupos delictivos han desatado por el control de Chilpancingo de los Bravo.
En su reciente conferencia de prensa Norma Otilia Hernández señaló que la violencia lleva arraigada en el municipio cuyo gobierno encabeza al menos desde hace 20 años y atribuyó la responsabilidad a políticos y administraciones anteriores.
"La delincuencia viene desde las entrañas del poder, entonces empecé a leer libros, estos libros que muchas veces nacen de que por siempre habían estos para municipales, para militares, eran los brazos finalmente de los políticos de muchos que no por la legalidad pero los tenían ahí para hacer lo que no podía hacer lo legal.Esto no ha cambiado, considero que estamos luchando con poderes fácticos y que todos los días también tienen intereses políticos, yo hasta consideraría a veces no sé si el miedo es más por la delincuencia o es el miedo por los políticos que se visten de buenas personas", puntualizó la presidenta municipal de Chilpancingo de los Bravo.
Aunque es cierto que grupos de la delincuencia organizada se han arraigado en Guerrero a lo largo de décadas, la administración municipal de Norma Otilia Hernández se ha visto marcada por la disputa que dos grupos delictivos protagonizan por el control de la capital del estado: Los Tlacos y Los Ardillos.
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Desde la tétrica escena de cabezas humanas sobre el cofre de una camioneta y hasta la propia grabación de la edil en compañía de un presunto líder criminal, diversos sucesos han dejado expuesta la presencia de ambos grupos delictivos en la capital guerrerense.
A través de redes sociales, supuestos integrantes de Los Tlacos dieron a conocer una "declaratoria de guerra" dirigida a Los Ardillos, tal y como lo reportó Rogelio Agustín Esteban desde junio de 2022 para MILENIO.
"Nosotros somos Los Tlacos, quemamos unos taxis de Petaquillas y no nos escondemos para decirlo", publicó un internauta llamado Mario Guerrero Gutiérrez en relación al ataque de cinco unidades del transporte público.
En aquella ocasión, los también llamados Señores de Tlacotepec, explicaron que sus acciones se derivaron porque sus antagonistas "han hecho extorsión, secuestros y asesinatos de transportistas con la única intención de inculpar a la gente de Tlaco", una situación que se ha repetido hasta la actualidad pues a través de redes sociales ambos grupos delictivos han señalado a sus rivales la responsabilidad de las agresiones y asesinatos de trabajadores del transporte público.
Los Tlacos también han señalado a Los Ardillos de someter a varios ayuntamientos, además de que supuestamente también tienen bajo su control a más de 500 unidades del urvans y taxis de servicio público que operan de forma irregular.
Aunque no existe certeza sobre cuál de los dos grupos delictivos que se disputan el control de Chilpancingo de los Bravo está detrás de los recientes ataques a transportistas, los ojos de la opinión pública se mantienen en la capital guerrerense y su gobierno pero sobre todo en sus habitantes quienes, a diferencia de su presidenta municipal, sí les causa problema la delincuencia organizada.
ATJ