Christian Alfonso: normalista amante de la danza folclórica y las playeras Hugo Boss

Christian Alfonso gustaba de la danza folclórica y era integrante del grupo de baile Xochiquetzal. Sus restos óseos fueron hallados cerca del Río San Juan, en Cocula.

Christian Alfonso Rodríguez Telumbre
Rogelio Agustín Esteban y Carlos Vega
Ciudad de México /

Christian Alfonso Rodríguez Telumbre creció en el barrio de Santiago en el municipio de Tixtla, en Guerrero, y es uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. Hoy, la Fiscalía General de la República (FGR) informó que sus restos óseos, hallados a 800 metros del lugar donde se desarrolló la llamada Verdad Histórica, fueron identificados por la Universidad de Innsbruck, en Austria.

Era hijo del señor Clemente Rodríguez Moreno y la señora Luz María Telumbre, quienes  acusan que ayer  fueron agredidos por un grupo de presuntos policías comunitarios de Tixtla.

De acuerdo con el sitio Centroprodh, Christian Alfonso soñaba con estudiar para forjarse un futuro y una de sus pasiones será la danza folclórica. Ensayaba en el salón de la Casa de Cultura de Tixtla, además de que era integrante del grupo de baile Xochiquetzal. En la Normal de Ayotzinapa lo describen como un joven tranquilo, inteligente y dedicado al estudio.

El dato

La Universidad de Medicina de Innsbruck, en Austria, identificó los restos de Christian Alfonso Rodríguez de Telumbre, uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos entre el 26 y 27 de septiembre de 2014, y cuyos restos óseos fueron localizados en noviembre del 2019 en la Barranca de la Carnicería, en Cocula, Guerrero.

Sus compañeros de baile le decían Clark, ya que portaba unos anteojos negros de pata gruesa, similares a los que usaba Clark Kent, el periodista que se convertía en Superman, en el comic del mismo nombre.  También lo conocían como Hugo,  porque tenía varias playeras con el estampado en serigrafía de Hugo Boss.

Sus amigos de la preparatoria le llamaban El Sochco o Socnchito; terminó sus estudios de educación media superior con un promedio de 8.7, por lo que su profesores lo recuerdan como un alumno serio y cumplido.

Entró a Ayotzinapa tras no encontrar otra opción, ya que su familia no podía solventar los gastos de las profesiones que le interesaban, como ser veterinario o profesor de educación especial.

evl

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