La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar en Cerocahui, Chihuahua y pidió al Estado mexicano llevar a cabo investigaciones exhaustivas, serias e imparciales a fin de lograr la determinación de los hechos, enjuiciar y sancionar a los responsables.
El organismo interamericano de derechos humanos destacó que el homicidio de ambos sacerdotes se enmarca en un contexto de violencia en el estado de Chihuahua que incluso han derivado en el otorgamiento de medidas cautelares por parte de la CIDH.
“A través de sus diversos mecanismos, se ha recibido información sobre la violencia que enfrentan diversas comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara ante supuestos conflictos entre cárteles de narcotráfico que disputarían el control del territorio para la siembra y cultivos ilícitos”, detalló.
La comisión también señaló que en su informe anual de 2019, se observa que, como consecuencia de esta violencia, integrantes de estas comunidades se han visto forzadas a desplazarse fuera de sus territorios, por lo que llamó al Estado mexicano a garantizar la seguridad de las personas que habitan en dicha comunidad, así como a las personas sobrevivientes.
FMU