En macro operativos, bajo fuertes medidas de seguridad, uno a uno fueron sacados los reos del penal del Topo Chico, que este fin de semana se quedó con poco más de 100 inquilinos.
De acuerdo al recuento final de las autoridades penitenciarias, la redistribución de las personas privadas de su libertad se dio de la siguiente manera:
Total traslados: 2400 internos
Traslados Apodaca I: 2157 internos
Traslados Apodaca II: 243 internos
Por trasladar: 143 internos
Eduardo Guerrero, asesor especial de Nuevo León en temas penitenciarios, detalló que desde la noche del viernes, el penal Apodaca II ya se encuentra en operaciones, con una capacidad instalada para albergar a mas de 4900 internos.
No obstante, el plan oficial es que este nuevo espacio, construido al lado del viejo penal de Apodaca, tenga entre 3 mil 950 a 4 mil 100 reos máximo.
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Con los movimientos, las cifras de ocupación de los penales estatales son:
Apodaca I: 4051 internos
Apodaca II: 243 internos
Cadereyta: 1960 internos
Los 260 elementos operativos de seguridad y 140 administrativos que laboraban en Topo Chico también fueron reubicados al penal de Apodaca, por lo que se descartaron despidos de personal por el cierre de operaciones.
Este lunes, y luego de 76 años de historia, el penal del Topo Chico albergara el acto oficial de despedida. Aunque el programa oficial no se ha difundido, se prevé que sea el gobernador Jaime Rodríguez quien de forma simbólica ponga el candado que marque el fin de este centro penitenciario.
Eduardo Guerrero explicó que ahora viene la segunda etapa de la reingeniería en el sistema de justicia, que va encaminada a la certificación y mejorar los procesos de reinserción social.