El presidente municipal de Ixmiquilpan, Pascual Charrez Pedraza, aseguró que su hermano, el exdiputado federal de Morena, Cipriano Charrez y el delegado de la comunidad de El Nith, ordenaron matarlo la madrugada del pasado lunes en el interior de su casa.
Indicó que por el atentado contra su vida y los destrozos en la presidencia municipal se iniciaron tres denuncias ante el Ministerio Público y adelantó que habrá más.
“Dejo esto en manos del Poder Judicial del Estado y de la Federación porque traían armas largas; que se actúe conforme a derecho y que no vuelva a suceder porque si me lo hicieron a mí como presidente municipal cómo no se lo van a hacer a otro ciudadano”, sostuvo.
Consideró que el atentado en su contra obedeció a celos políticos, “y lo que sí queda claro es que no fue un evento sin pensar, claro que lo organizaron, si me quieren matar que me digan cuál es mi delito”.
En cuanto a los destrozos frente a la presidencia municipal la madrugada del lunes, mencionó que fueron quemadas una camioneta de primer respondiente, una patrulla modelo Jetta, una cuatrimoto y dos motocicletas que se utilizaban para la seguridad.
Agregó que los pobladores causantes de los destrozos desbalijaron una patrulla, robaron cinco motos-patrulla, computadoras, radios matra y radios de alcance menor, 12 chalecos antibalas, equipo de videovigilancia, así como armas largas y armas cortas. Sin embargo apuntó que aún no se sabe a cuánto ascienden los daños.
“Reclamo a la justicia que se castigue y que se recuperen esos bienes”, dijo, al tiempo de mencionar que del Área de retención de la presidencia municipal fue liberada una persona detenida por violación, “seguramente pertenece a su grupo, por algo lo liberaron”.
Cómo sucedieron los hechos
De acuerdo con el presidente municipal el domingo pasado cerca de las once de la noche llegó un grupo de aproximadamente 20 personas a su domicilio, quienes lo sacaron a la fuerza y condujeron a más de cien metros de distancia de su casa entre puñetazos y patadas con la amenaza de que lo iban a ahorcar.
Puntualizó que la intervención de un vecino de su comunidad y dos policías municipales evitaron que se atentara contra su vida.
“Después de esa situación nos regresamos para la casa, llamé a algunos vecinos de mi comunidad, nos juntamos ahí y les platiqué los hechos que me habían pasado. Más o menos dos horas después ya se había juntado mi gente, siete, ocho personas de mi comunidad”, dijo.
Agregó que, ya en la madrugada del lunes, “llegan de manera repentina tres camionetas, todas con personas armadas, empezaron a disparar afuera de mi domicilio y traían bates, algunos traían garrotes. Tiraron la puerta, se metieron en la casa, yo me encontraba con mis vecinos platicando, yo me subí hasta el tercer piso, sinceramente me espanté y no sabía qué iba a hacer”.
Ante ello, según Pascual Charrez se escapó junto con un vecino de nombre Marcelino y se fueron para el monte, “de ahí ya no supe qué pasó, solamente veía las patrullas con sus torretas”.
Comentó que posteriormente la Guardia Nacional, la policía estatal y la policía municipal también llegaron al lugar de los hechos y detuvieron a las personas que se metieron a su casa, quienes presuntamente pretendían privarlo de su libertad y de su vida, “fueron agarrados adentro de mi domicilio y los trajeron y se los llevaron al bote, los señores no cumplieron su objetivo de matarme o de ahorcarme”.