La jueza Karin Immergut del Tribunal de Distrito del Estado de Oregón condenó a seis años y tres meses de prisión a David Acosta Rosales, mexicano residente en Portland, quien fue arrestado el 1 de octubre de 2020, tras hacer un pago de 14 mil dólares por un lanzagranadas 40 milímetros y un rifle semiautomático calibre .50 a un par de agentes encubiertos.
El 13 de septiembre pasado, Acosta Rosales, de 51 años, se declaró culpable de dirigir una conspiración para comprar ilegalmente en Estados Unidos rifles semiautomáticos de alta potencia y armas de fuego de alta calidad para contrabandearlos al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
La práctica de “compra falsa”, significa que una persona adquiere armas de fuego a un comerciante con licencia federal para destinarlos después a un tercero.
Según el dictamen, entre septiembre del 2019 y octubre del 2020, David Acosta, oriundo de Tonaya, Jalisco, recibió "cientos de miles de dólares" del CJNG para comandar la operación en la que reclutó a otras personas que le auxiliaron con la compra de las armas. Luego de que otro asociado le ayudara a borrar el número de serie, el acusado orquestó el traslado del armamento desde Oregón hacia el sur. Según detalló el Departamento de Justicia, la conspiración implicó la transferencia de al menos 150 armas adquiridas en tiendas de Portland y Salem y cuyo destino final era México.
En la acusación de 52 cargos, 10 coconspiradores de Acosta fueron señalados por declaraciones falsas en relación con la adquisición del armamento. David es el líder y quinto sentenciado, luego de que entre el 20 de septiembre y el 29 de noviembre de este año, la jueza Immergut condenó a José De Jesús Rodríguez y José Ricardo Flores Sarabia a 3 años, a Roberto González a 2 y a Julio Aboytes Zavala a un año con tres meses. Aún faltan dos por ser sentenciados y tres más decidieron irse a juicio.
Scott Erik Asphaug, fiscal general para el Distrito de Oregón, y su asistente Sarah Barr, indicaron que quien pagaba a Acosta Rosales en México le ordenaba comprar armas de alta potencia y especialmente letales, “como rifles de plataforma AR-15 y AK-47, rifles Barrett semiautomáticos calibre .50 y rifles de asalto de tipo militar premium”. Pero no solamente pues los pedidos incluían además “granadas, lanzagranadas y ametralladoras de cinta”.
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Este caso corre paralelamente al litigio civil en Massachusetts donde el gobierno de México demandó a fabricantes de armas como Glock, Smit And Wesson y Beretta, responsabilizándolos de “prácticas comerciales, negligentes e ilícitas, que facilitan el tráfico ilegal de armas a México”.
La demanda promovida por la Secretaría de Relaciones Exteriores señala que la venta ilegal permitida por dichos fabricantes y sus distribuidores es corresponsable de al menos 17 mil asesinatos en 2019 y que entre el 70% y el 90% de las armas decomisadas al crimen organizado en México provienen de Estados Unidos.
“Las empresas demandadas son conscientes de que sus productos son traficados y utilizados en actividades ilícitas en contra de población civil y autoridades de México”, acusó la SRE.
La jueza Inmergut aceptó que la condena de 6 años más los 3 de libertad supervisada, a David Acosta Rosales “es francamente indulgente para los parámetros aquí” aunque dice haberse basado en la recomendación de “los fiscales que conocen más el caso”.
Estuvo de acuerdo con los litigantes a cargo de la demanda de la cancillería mexicana en el sentido de que “existe la necesidad de una disuasión sustancial” en el tema ya que “el crimen en el que se involucró (el armamento) y el daño a otros es muy significativo”.
El portavoz en Seattle de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (AFT), Jason Chudy, aceptó haber visto “tráfico de armas de fuego hacia México desde prácticamente todos los estados, incluido Alaska”. Por lo mismo, ni siquiera las fuerzas del orden a nivel federal conocen la cantidad exacta de las armas compradas en Oregón por Acosta Rosales que lograron cruzar la frontera, en parte porque es difícil rastrear armas sin números de serie. Pero al menos una de esas armas fue recuperada cerca de la frontera entre Estados Unidos y México, según la AFT.
El Cártel Jalisco Nueva Generación es considerado la organización de tráfico de drogas mejor armada de México. Pero de todo el armamento del que dispone ninguno se halla disponible comercialmente en México por lo que dependen de co-conspiradores, principalmente en Estados Unidos, dispuestos a comprar, transferir y traficar el producto.
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