Estoy para contarla, el covid-19 agarra parejo: paramédica sobreviviente a pandemia

Yesenia, de 28 años, forma parte del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, y da cuenta de cómo fue ser víctima de este virus.

Policía Segundo Yesenia Flores./ Especial
Ciudad de México /

Trataba de no pensar en lo peor como en la muerte y distraía su mente leyendo y haciendo ejercicio en casa. El 25 de abril le dolía el cuerpo, no podía oler bien ni saborear la comida; sospechaba que sus malestares podrían ser algo grave. Yesenia Flores, paramédico del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) fue a un centro de salud del ISSSTE para confirmar lo que ella ya creía padecer: coronavirus covid-19.

Al ingresar en la clínica vio rostros con cubrebocas y caras largas. Cuando por fin fue su turno, le aplicaron la prueba del SARS-CoV-2. Ese día, recuerda, le realizaron un raspado nasal con un hisopo y uno más en la lengua, posteriormente le comentaron que le entregarían los resultados en cinco días, tiempo en el que estuvo aislada a pesar de no conocer el resultado. 

Al regresar a la clínica su teoría se confirmó: tenía covid-19, pero a sus 28 años de edad, Yesenia logró ganarle la batalla a este virus porque, dice, siguió las recomendaciones médicas que le instruyeron y “quizá porque Dios así lo quiso”.

“Afortunadamente estoy aquí para contarla. Mis primeros síntomas fue la pérdida del olfato y del gusto, dolor de cabeza, estuve así tres días y después de eso me fui a hacer la prueba para ver si tenía el virus y desafortunadamente me dieron la noticia de que sí fue positiva.
“En el momento sí fue triste, pero ya después fue cosa de echarme ánimos yo misma para salir de esta y no complicarme más, traté de tener más cuidado como una alimentación sana y vitaminas; no sé si fue por eso o salí bien porque Dios lo quiso”, cuenta en entrevista con MILENIO

Yesenia estuvo 15 días en aislamiento, lo que le significó un reto y aprender a valorar muchas cosas de la vida cotidiana. Durante el periodo en el que estuvo en casa, bajo el cuidado de su madre, se sentía desesperada por volver a sus labores como paramédico, de recorrer las calles a bordo de su motocicleta y atender cualquier emergencia en auxilio de la ciudadanía.

“Fue angustiante, pero siempre tenía una mentalidad de ¡Ojalá no salga positiva! ¡Ojalá no sea verdad! Pero también tenía la cabeza centrada de en dado caso de que si salía positiva la prueba, pues a echarle ganas y si no pues a trabajar. Nada más vivo con mi mamá y le dije que posiblemente tenga el virus y vamos a tomar las medidas necesarias; ella no tiene alguna enfermedad crónico-degenerativa, pero no tuvimos tanto contacto”.

Las gracias a Dios y un deseo de donar el plasma

Para ella, con ocho años de servicio, el miedo siempre estará tanto en el trabajo como ante una enfermedad como esta, incluso, el día que se realizó la prueba no descartó que tendría que ser internada. “Di muchas gracias a Dios, a mi mamá también porque estuvo muy al pendiente y constante conmigo”, expresa.

Luego de recibir la alta médica, su compromiso con la ciudadanía y la pasión por su trabajo la llevó a reincorporarse a sus actividades el 13 de mayo, a pesar de que su familia no quería que regresara por el riesgo, pero su madre siempre la ha apoyado y respetó su decisión.

“En el trabajo fui recibida muy bien y con los compañeros no hubo ningún tipo de discriminación. Al contrario, es como otra familia, nuestro trabajo es como nuestra segunda familia y al saber que uno la libra de esta enfermedad pues al contrario, hasta te quieren abrazar. Todavía sigo propensa a recaer, sí, pero siempre con un pensamiento positivo. Ya con mis mayores precauciones y el cuidarme más está en mi mente”, cuenta.

Devota de Dios y de la Virgen de Guadalupe dice que ya está en plan de una manda o alguna encomienda para dar gracias por su vida, pues dice, “el covid-19 agarra parejo”. En tanto, mencionó que después de vivir experiencia, desea donar su plasma en el Hospital La Raza, pues quiere ser parte del estudio que se llevará a cabo con personas que han superado la enfermedad, por lo que no duda en realizarse las pruebas para saber si es candidata para la donación.

“No traten de caer en el pánico, es difícil el encierro, pero deben tratar de tranquilizarse y cuidarse; debemos ser conscientes de lo que está pasando en nuestra ciudad y nuestro país".


irh

  • Iván Ramírez
  • ivan.ramirez@milenio.com
  • Periodista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Editor web y reportero en temas de seguridad y justicia. Amante de los perros. Siempre buscando historias que contar.

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