Luchar contra la corrupción, no es luchar contra un delito más, sino contra uno que debilita a la propia estructura del gobierno, que carcome al estado de derecho y desgarra la confianza hacia las instituciones, afirmó Alberto Elías Beltrán, subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales, y encargado de despacho de la Procuraduría General de la República.
El funcionario federal dijo que la corrupción es un delito que requiere atenderse de manera prioritaria, y debe combatirse con confianza y coordinación entre el sector privado, la sociedad civil y el gobierno.
- Te recomendamos Los 50 lineamientos de AMLO para la austeridad y contra la corrupción Política
Durante la ceremonia de inauguración del diplomado Anticorrupción en la Seguridad Pública, Elías Beltrán señaló que la corrupción y la inseguridad son dos temas que afectan profundamente la vida de millones de personas, por lo que la PGR tiene un papel fundamental al investigar y perseguir penalmente a los delitos relacionados con estos hechos.
“Debemos trabajar juntos para generar investigaciones cada vez más contundentes, que logren desarticular esquemas de corrupción altamente complejos, como lo mandata el artículo 21 Constitucional, policías y ministerios públicos, con el propósito de consolidar la confianza ciudadana en nuestras instituciones”, expresó Beltrán.
Indicó que desde la perspectiva de la procuración de justicia, la PGR ha trabajado en diseñar un Plan de Persecución Penal que ayude a clasificar y priorizar los delitos, y ha aprovechado todas las herramientas que brinda el Sistema de Justicia Penal Acusatorio para aumentar la eficacia y eficiencia de la acción penal.
Por su parte, Arely Gómez González, secretaria de la Función Pública, señaló que la corrupción atenta contra la efectividad de las instituciones públicas desviando la acción gubernamental de su propósito original de servir al interés general.