La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) atrajo el caso de la elefanta Ely, caso donde grupos de ambientalistas buscan que sea enviada a un santuario en Brasil, ante el presunto mal cuidado que recibe en el Zoológico de Aragón.
Con tres votos a favor y dos en contra, la Sala avaló la propuesta del ministro Juan Luis González Alcántara Carranca, quien hizo suya la petición de atracción del caso.
Susana Evelia Ramírez Terrazas, de la asociación animalista Va por sus Derechos, uno de los grupos que afirma que la elefanta es objeto de malos tratos, pidió a la Corte ejercer su facultad de atracción.
En el juicio de amparo en revisión y que ahora será tema de debate en la Corte, la quejosa impugnó el cautiverio y maltrato de la elefanta.
El 8 de mayo del presente año, la Secretaría del Medio Ambiente, del gobierno de la Ciudad de México, publicó en su página de internet que Ely recibía los cuidados necesarios para garantizar su bienestar.
“…expertos en bienestar y vida silvestre de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), especialistas en elefantes, integrantes de la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) explicaron que, junto con el equipo de los Zoológicos de la CDMX, se realizó una valoración de la situación de los elefantes en México y el mundo, en la cual se valoraron todas las opciones, y se determinó que la mejor opción es llevar compañía a ‘Ely’ en el Zoológico de Aragón”, informó la secretaría.
La dependencia capitalina señaló que la doctora Marilú Alonso Spilsbury, investigadora en bienestar animal y etología en la UAM, recalcó que Ely se encuentra en excelentes condiciones de acuerdo con distintas escalas de bienestar.
“Son varias escalas porque son varios indicadores, si estamos evaluando condición corporal, a ‘Ely’ la calificaron entre dos y medio y tres, de una escala del uno al cinco, donde tres es lo ideal, uno es lo peor, son animales desnutridos, flacos, y cinco son animales obesos. No hay una escala universal del bienestar animal, afortunadamente se pueden medir muchas cosas y tienen que ser todas parejitas, no nada más con dieta, comportamiento, alojamiento, se mide todo”, abundó.
Asimismo, la doctora subrayó: “yo cambiaría el slogan de la elefanta más triste y poner la elefanta más consentida o una de las elefantas más consentidas”.
En junio de este año, las autoridades locales llevaron al mismo zoológico otro paquidermo, a la que nombran Gipsy, para que acompañe a Ely. No obstante, las citadas organizaciones promovieron otro amparo bajo el argumento de que en dicho zoológico no existen condiciones para que convivan las elefantas.
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