Falta de mano de obra, ausentismo laboral, baja productividad e incluso violencia en centros de trabajo ya afectan al sector productivo en la región, a causa de la adicción al cristal de las personas en edad productiva en la región.
Además, las empresas reportan un alto índice de rotación de personal, problemas de puntualidad e inasistencia.
Agencias reclutadoras de personal en empresas de la rama industrial han alertado al Centro de Integración Juvenil que al menos ocho de cada 10 buscadores de empleo resulta positivo en los exámenes antidoping realizados como parte del proceso de contratación.
Cecilia Martinez, la directora del Centro de Integración Juvenil dijo que en el último semestre ha aumentado la petición de servicios a dicha institución por parte de las empresas, ya que se ha detectado un problema serio en los obreros y empleados que son consumidores de diferentes drogas, particularmente de cristal.
“Es la mayor preocupación de los empresarios ya que se ha incrementado el índice de faltas, rotación de personal y los riesgos laborales, en procesos de alto riesgo en donde se requiere que el trabajador esté altamente concentrado”, expresó.
La funcionaria refirió que se ha trabajado con empresas del sector industrial y firmas como Peñoles, CFE, TecMur, y otras más de autopartes en la región lagunera, que le apuestan a la atención y prevención, ya que el mayor consumo detectado es en hombres, que representan la mayor población en sus filas laborales.
“Las agencias han mencionado que ocho de cada 10 candidatos salen positivos. A los otros dos se les tiene que contratar aunque no tengan capacidad o aunque no reúnan el perfil. Mientras que otros reclutadores aceptan a quienes salen positivo, porque el problema de escasez de mano de obra también es importante”, advirtió desde abril Sandra Cecilia Venegas López, directora del Centro de Recuperación de Alcohólicos y Drogadictos (CRAD), 'Luz de Vida', el consumo de sustancias psicoactivas como el cristal, reflejaba un aumento hasta de 85 por ciento en La Laguna, detectando su consumo incluso en menores de edad.
Ella explicó que tanto hombres como mujeres consumen prácticamente en la proporción cristal, situación no registrada en años anteriores, pues de acuerdo con sus propias mediciones, 60 por ciento de varones tienen algún grado de adicción a dicha droga y 40 por ciento de mujeres.
Eso ya impacta a la industria porque ha orillado a algunos empresarios a invertir en programas de prevención de adicciones junto con los Centros de Integración Juvenil para revertir el consumo de cristal, la principal sustancia que se consume en las personas en edad productiva.
La problemática es preocupante. De acuerdo a Rafael Mora, ex director del Centro de Integración Juvenil, se ha trabajado con algunas agencias reclutadoras de personal, que reconocen que existe un problema muy serio para contratar personal si se aplican exámenes antidoping.
Rafael Mora aseguró: “sabemos que el tema de drogas afecta no solo a los trabajadores de las empresas repercutiendo en su productividad y rendimiento, sino también a los hijos de los trabajadores” y por ello también trabajan en escuelas con los hijos de los empleados de la industria.
En las pláticas, los empresarios refieren que hay problemas de violencia al interior de sus instalaciones y si son maquilas hay conflictos entre los equipos de las líneas de producción e incluso ya detectaron consumo y venta de droga en sus instalaciones.
“Ya les llegó el agua al cuello y esto les está haciendo reaccionar de que algo tienen que hacer”, expresó Rafael Mora.
Atención a las familias
Cecilia Martínez explicó que existe un programa denominado C10, dirigido a atender las necesidades de las empresas, que parte de un diagnóstico sobre el consumo de tabaco, alcohol y drogas, e incorpora temas de salud mental, valorando a los empleados en renglones como ansiedad y depresión.
A partir del diagnóstico de los trabajadores, se elabora un plan de intervención que consiste en impartir pláticas de sensibilización, talleres de orientación y capacitación, de manera que se logre la detección temprana de un posible consumo o canalización oportuna a un tratamiento.
El primer contacto son las áreas de Recursos Humanos y las gerencias de las empresas, que canalizan a sus trabajadores al Seguro Social para recibir el tratamiento gratuitamente, aplicado también a sus familias.
El Centro de Integración Juvenil brinda atención mayoritariamente al sector escolar, luego a la comunidad en general, como iglesias, grupos y asociaciones civiles, con el sector salud como clínicas y hospitales, luego al sector laboral.
Explicó también que los empresarios aportan recursos para contratar psicólogos en las escuelas secundarias aledañas a las empresas, realizando una inversión importante en la prevención y otros más trabajan directamente con el Centro de Integración Juvenil para atender a sus trabajadores con la idea de apoyar a la comunidad y ser empresas socialmente responsables.
Detallando las acciones de esta estrategia C10 describió:
“Se está comenzando con tres empresas que apoyarán con tres psicólogos cada una. La meta es tener diez empresas con diez psicólogos antes de fin de año y para el 2023 tener 30 empresas. Cada psicólogo estará atendiendo una escuela secundaria pública con una población de entre 400 y 500 alumnos más los padres de familia, más los maestros. El puesto de los psicólogos será como gestor de salud. Y ellos estarán de planta atendiendo todo un programa operativo de prevención en cada escuela”.
Recordó que estos psicólogos son profesionales que han sido formados por el Centro de Integración Juvenil, realizando servicio social o que estuvieron bajo el programa Jóvenes Construyendo el Futuro durante un año y el requisito es conocer el trabajo de dicho Centro para implementar programas de prevención de consumo de drogas en las escuelas.
EHR