Cura acusado de pederastia podría ser extraditado a Costa Rica en 60 días

Mauricio Víquez

El ex sacerdote Mauricio Víquez fue detenido en Nuevo León, en cumplimiento de una orden de captura internacional girada por las autoridades costarricenses.

El sacerdote acusado de pederastia fue detenido en México. (Especial)
Adyr Corral
Ciudad de México /

El ex sacerdote católico Mauricio Víquez podría ser extraditado a su natal Costa Rica en un plazo no mayor a 60 días, luego de ser reclamado por las autoridades de ese país, de acuerdo con los tratados de extradición vigentes.


Ayer, MILENIO dio a conocer que el ex sacerdote acusado de pederastia fue detenido el domingo en Nuevo León, en cumplimiento de una orden de captura internacional por parte del poder judicial en Costa Rica, además de una ficha roja girada por la Interpol.

Luego de su detención, Víquez fue trasladado al Reclusorio Sur en la Ciudad de México, desde donde enfrentará su proceso de extradición.

El tercer apartado del artículo 20 del Tratado del Extradición y Asistencia Jurídica Mutua en Materia Penal, entre Costa Rica y México señala que:

"Si se concede la extradición, las Partes se pondrán de acuerdo para realizar la entrega del reclamado, que deberá llevarse a efecto dentro de los sesenta días siguientes a la fecha en que la Parte requirente haya recibido la comunicación".

Según el acuerdo diplomático firmado en la capital costarricense en 1989, si el ex sacerdote de 55 años de edad no es extraditado en dicho plazo podrá ser puesto en libertad por los autoridades mexicanas.

"Si el reclamado no ha sido recibido dentro del plazo señalado, será puesto en libertad y la Parte requerida podrá posteriormente denegar la extradición por el mismo delito", se lee en el cuarto apartado del artículo 20 del documento consultado.

Existe posibilidad de que extradición sea negada

De acuerdo con lo pactado por ambas naciones, la extradición de cualquier individuo, en este caso del ex sacerdote, podría ser negada si su defensa logra acreditar que los delitos por los que se le acusan son considerados "delitos políticos", lo que se espera improbable en este particular.

También podría negarse la extradición, si la defensa del presunto pederasta, logrará fundar motivos para suponer que la solicitud está motivada con la finalidad de perseguir o castigar a su cliente por causa de su raza, religión, nacionalidad u opiniones políticas.

"O bien que la situación de este individuo pueda ser agravada por estos motivos", detalla el acuerdo.


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