Después de dos años le hacen justicia a Ana Sofía, tras condenar a su secuestrador y asesino a 110 años de prisión por secuestro agravado, una de las mayores sentencias.
"Esperemos que la autoridad de apelación y la federal sean justos para que se apeguen a lo establecido en el juicio (…) nos vamos contentos porque se hizo justicia", señaló la abogada Olivia Hernández Díaz al salir de la audiencia sobre este caso.
La mirada de Elizabeth Ortega muestra tristeza y cansancio, pero por primera vez sonrió –y lloró– al escuchar la sentencia otorgada a Luis Antonio, quien secuestro, asesinó y enterró en el patio de su casa a su hija Ana Sofía, y quien purgará una sentencia de 110 años por este feminicidio.
Ortega aseguró que es una “justicia injusta”, ya que sabe que, a pesar de que el hombre que asesinó a su hija estará el resto de su vida en prisión, nadie se la devolverá.
“Si me pudieran preguntar cuántos años, no podría decir un número, porque la vida de mi hija no tiene un valor económico ni en años, pero por secuestro agravado les dan penas de 80 hasta 140 años, y a él le dieron 110 años y espero que los jueces federales, y en algún momento su defensa hace apelaciones o amparos, no lo respalden”.
“Fue un secuestro, un asesinato, fue contra una mujer, que hubo muchas situaciones de maltrato hacia mi hija, a su dignidad como mujer, y espero que lo tomen en cuenta para evitar que haya una disminución de la pena o lo dejen libre”, externó Ortega, al salir de la audiencia que se llevó a cabo la tarde de este miércoles en los Juzgados Penales de Control, Juicio Oral y Ejecución del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, ubicado en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca.
Por otro lado, la abogada indicó que aún falta el juicio del cómplice del secuestro y asesinato de la joven de 18 años, del municipio de Apan, quien desapareció en enero de 2017 y su cuerpo fue hallado en el traspatio de su agresor meses después.
“Nos vamos contentos porque se hizo justicia. Falta aún la otra persona que, para no violentar sus derechos no puedo hacer ninguna manifestación, porque le asiste el principio de presunción de inocencia. Todavía no queda el fallo firme hasta después de una apelación o un amparo, que podría durar no menos de tres meses si es apelación y no menos de seis si es amparo”, señaló la abogada.
Dijo que, por el delito del que se le acusa, secuestro agravado, no tiene beneficios, pero será cuestión de las autoridades saber cómo se le contabilizan las penas y corresponde a su defensor pelear por sus derechos.
Así también comentó que se pidió reparación del daño, que va de acuerdo a la Ley Federal del Trabajo a 500 UMAS de salario mínimo, a multa y a prisión.
“Como el delito de secuestro lleva una agravante, porque no se pueden dividir las conductas, es decir, que sea homicidio por un lado y sea secuestro por otro lado, entonces hace que el delito de secuestro se agrava, por eso es que no se dividió la conducta”.
Antecedentes
El 30 de enero de 2017, la joven de 18 años de edad desapareció. Su madre, Elizabeth Ortega, la vio por última vez ese día, horas antes de despedirse y recibir un "te amo", y su entusiasmo por presentarse a una entrevista de trabajo, a la cual nunca acudió.
El 27 de mayo de 2017, después del peregrinar de la madre, hallaron el cuerpo de su hija enterrada en el traspatio de la casa de su agresor.