La Fiscalía de Michoacán investiga el presunto envenenamiento masivo de perros en el municipio de Maravatío. La indagatoria se abrió luego de que en redes sociales circularan denuncias.
Desde el pasado viernes, personal de la Unidad de Investigación y Persecución del Delito de Maltrato Animal de la Fiscalía Especializada en Combate a Delitos Contra el Ambiente y la Fauna se trasladó a la plaza principal de la comunidad para recabar información de los pobladores.
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De acuerdo a la asociación animalista “Adopciones Ramírez”, en la comunidad de Apeo de dicha municipalidad, varios canes en su mayoría en situación de abandono, fueron presuntamente envenenados.
Según los testimonios recabados, los cuerpos de los perros habrían sido enterrados en una fosa cercana a una cancha de fútbol. Al realizar la búsqueda en el lugar señalado, los investigadores, con apoyo de un perito, lograron exhumar tres ejemplares sin vida, los cuales fueron trasladados para realizar análisis químicos que permitan confirmar las causas de la muerte.
Asimismo, en las inmediaciones de la plaza se encontró una bolsa con croquetas, que también fue recolectada para su posterior análisis, ya que podría estar relacionada con el envenenamiento de los animales.
Y a decir de los activistas, personas desconocidos esparcieron alimento para perro con porciones de veneno en distintas calles y plazas públicas de la comunidad. Los perritos presuntamente comieron dicho alimento, ya que cuando fueron localizados, se encontraron con signos de envenenamiento, dijeron los animalistas.
Además, denunciaron que también algunas aves murieron tras ingerir los restos de las croquetas, ya que también fueron encontradas en las cercanías de donde se localizaron los cuerpos de los perros.
La asociación levantó la denuncia correspondiente ante la Fiscalía Regional de Zitácuaro y agentes de la institución se trasladaron al lugar para realizar las diligencias pertinentes e informó que inició las investigaciones para deslindar responsabilidades.
A decir de “Adopciones Ramírez”, sepultaron al menos diez ejemplares, y con apoyo de una familia local, resguardaron seis perros en situación de calle para evitar que sean víctimas del envenenamiento masivo.
La Fiscalía continúa con las diligencias necesarias para determinar si estos hechos constituyen un delito de crueldad animal y proceder con las acciones legales correspondientes. La FGE reafirma su compromiso de investigar cualquier situación que atente contra el bienestar animal y de llevar a cabo los procedimientos necesarios para garantizar la justicia en estos casos.
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