A una buena parte los envenenaron. A otros les echaron vidrios dentro de su comida. A unos les dispararon, los apuñalaron o les prendieron fuego. Y también está el caso de una perrita que fue abusada sexualmente. El maltrato animal en México no se detiene y la pregunta es si funciona o no la justicia ante estos delitos. Por ello MILENIO presenta el escenario en ocho entidades.
El caso que sentó precedente para considerar a los perros como seres sintientes con derechos sucedió en el municipio de El Marqués, Querétaro. El 13 de junio de 2021, Benjamín N arrojó salchichas envenenadas a Athos y Tango, perros rescatistas de la Cruz Roja.
“Me enojaba mucho que los entrenaran en la calle por la que yo cruzaba”, se excusó el agresor casi un año después, cuando una jueza lo sentenció a 10 años y seis meses de prisión.
Esta sentencia fue la primera en su tipo en México.
A Benjamín también se le pidió un pago reparatorio por 2.4 millones de pesos y se le culpó de las lesiones que sufrió Balam, famoso canino que rescató a varios heridos en el más reciente terremoto que sacudió a Turquía.
Si bien el ataque de Benjamín sucedió hace par de años, en distintas zonas del país los ataques a los caninos son más recientes y se han intensificado. Por ejemplo, la fiscalía de San Luis Potosí, tan sólo durante el mes de junio de 2023, ha judicializado siete casos por los delitos de maltrato animal, pero sólo hay una persona vinculada a proceso por haberle dado comida con vidrios a tres perros.
Este año, la fiscalía potosina ha integrado 18 carpetas de investigación en las que o se ha llegado a un acuerdo reparatorio con los dueños de los animales o se enviaron a archivo temporal porque los denunciantes abandonaron el caso o no acreditaron los hechos.
Donde sí se pudieron acreditar los hechos, pero hasta ahora siguen impunes, son dos casos sucedidos en Toluca: el primero sucedió el pasado lunes 10 de julio, en la Central de Abastos, cuando un grupo de hombres armados ingresaron a la Nave H para rociar gasolina y empezar un incendio. En el video del circuito cerrado del lugar se observa cómo uno de los pistoleros le dispara a Barbitas, mientras ésta le ladra.
Si no hubiera sido porque la gente donó dinero para costear los gastos hospitalarios, Barbitas no estuviera viva. Ya hay nueve detenidos por el incendio, pero ninguno es el que jaló del gatillo.
El segundo caso ocurrió una semana después, el miércoles 19 de julio, en la comunidad de San Cristóbal Huichochitlán, al norte de Toluca: un perro callejero fue apuñalado por un carnicero. El caso fue investigado por el Centro de Control y Bienestar Animal, pero el victimario ni fue detenido ni ha explicado, hasta ahora, la razón por la que acuchilló al canino.
Quienes tampoco han contado sus razones para quemar a Valentín son Francisca y Elsa, actualmente en prisión preventiva y vinculadas a proceso por los delitos contra el ambiente y la fauna en Quintana Roo.
Los hechos sucedieron el 18 de junio pasado, en Playa del Carmen. Las dos mujeres le rociaron gasolina a Valentín y luego le prendieron fuego. Si bien el canino permanece en estado crítico, su pronóstico es favorable, según la asociación civil Huellitas de Amor. Valentín se encuentra internado en el Hospital Dog Hunter, en Mérida, Yucatán.
La que no sobrevivió fue Matcha, una cachorra husky con cruza de pastor alemán a la que Iván N, alias El Mirinda, golpeó con una pala y luego le disparó. Sucedió en la colonia San Isidro, en Magdalena de Quino, Sonora, el pasado jueves 27 de julio.
Según la fiscalía estatal, el victimario y los vecinos algo se reclamaron. El Mirinda, entonces se metió a la casa de los vecinos y, con una pala, golpeó el cráneo de Matcha. Pese a que la cachorra ya estaba herida y no se movía, El Mirinda usó un rifle de diábolos y le disparó repetidamente. Dicho rifle fue decomisado durante el cateo, donde también fue detenido el victimario. Cumple prisión preventiva por el delito contra los animales y por actos de maltrato o crueldad.
Uno de los casos más resonados es el de Muñeca, una perrita que fue abusada sexualmente por un adolescente en Atlixco, Puebla. La primera audiencia fue el 27 de julio pasado, pero el acusado no se presentó a la Casa de Justicia del Adolescente en Cholula, donde se lleva el caso. Argumentó estar enfermo y la audiencia fue aplazada para el 17 de agosto.
Según los abogados de Alicia, dueña de Muñeca, en caso de que el adolescente no se presente en la próxima ocasión, la jueza que lleva el caso, Ivonne Rivera, podría incluso girar una orden de presentación.
“Como el agresor es menor de edad, lo principal ahora es lograr que lo vinculen a proceso; posteriormente veremos la reparación del daño”, dice Raúl Moreno, uno de los abogados, quien además cuenta que se logró la remoción de Israel Martínez Duarte, el ministerio público que tomó el caso en un inicio y revictimizó, en todo momento, a Alicia, la denunciante.
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Dichos actos de revictimización fueron desde los regaños a Alicia, hasta decirle que el menor de edad no era culpable, pues “son cambios hormonales”, “es parte de la etapa”.
Blanca Olivera, integrante de Movimiento Animalista de Puebla, dice que el caso debe preocupar porque si ahora, que es adolescente, realiza este tipo de delitos, en un futuro podrían convertirse en ataques hacia las personas.
“El maltrato animal es una primera señal de que esa persona violenta a su familia o es violentada”, dice la activista y ejemplifica con los padres que violentaron a la maestra de Cuautitlán Izcalli.
“Cuando hicieron el cateo en su casa, vieron que había perros en mal estado”.
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En Veracruz, mientras tanto, la Secretaría de Seguridad Pública, a través del Centro Estatal de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (llamado C4), recibió en 2022 un total de mil 243 reportes por maltrato animal en la línea de Denuncia Anónima 089. En los últimos tres años 14 personas han sido vinculadas a proceso y 2 más han sido sentenciadas por maltrato animal, principalmente perros.
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Sin embargo, la ley local no considera delito grave el maltrato y la mayoría de los agresores están libres, bajo medidas cautelares, como la firma periódica. El par de sentenciados fueron encarcelados en menos de dos años. Todavía hay casos impunes en el estado como el envenenamiento de más de 30 perros en el pueblo mágico de Xico, el pasado mes de abril.
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