Desde hace poco más de tres meses, Ricardo es propietario de una pollería en la Ciudad de México. Aunque su negocio apenas va iniciando, recibió un sobre que contenía un mensaje en el que se le pide pagar una cuota semanal para poder seguir operando su establecimiento.
En un audio en poder de MILENIO, Ricardo explica que le piden que cubra el llamado “derecho de piso” o que se atenga a las consecuencias. Dicho papel contiene un número telefónico al que tiene que confirmar si acepta realizar el pago.
“Y si aceptábamos, pues que mandemos un mensaje y había un número al cual teníamos que mandar el mensaje. Mandamos un mensaje para decir que sí”, comentó Ricardo, quien solicitó resguardar su identidad por temor a represalias.
Pequeños comerciantes, como vendedores de pollo, tenderos y hasta ambulantes son los nuevos blancos de extorsionadores en todo el país, revela una investigación realizada por MILENIO en 10 estados, donde los locatarios señalan en que el cobro de derecho de piso se incrementó entre 20 y 45% durante 2021.
Aunque no hay datos oficiales sobre el cobro de derecho de piso, las cifras ofrecidas por los pequeños comerciantes coinciden con las estadísticas dadas a conocer por la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien informó que las extorsiones aumentaron 29.9% entre noviembre del año pasado y el mismo mes de 2021.
Cobijados por organizaciones criminales como el Cártel Jalisco Nueva Generación (CGJN), el Cártel de Sinaloa o Los Zetas, los criminales exigen cuotas que van de los 100 pesos diarios a los 15 mil pesos mensuales por dejarlos trabajar.
Con la reactivación económica en Puebla, el Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado estima que las extorsiones se dispararon al menos 20 por ciento. Tan solo de enero a septiembre de este año, la Fiscalía General del Estado contabiliza 90 casos; sin embargo, para el Inegi delitos como éste tienen una cifra negra de alrededor de 97 por ciento.
Los comerciantes son las principales víctimas de grupos de extorsionadores, como Fuerza 2000, que actúa en el Centro Histórico de la capital cobrando hasta 2 mil pesos al mes bajo la consigna de ofrecer “seguridad”, mientras que “la cuota voluntaria” para ambulantes es de hasta 500 pesos a la quincena.
Apenas el 18 de octubre, un grupo de sexoservidoras denunció que un sujeto conocido como Mauricio, El Viejo Matus, amenazó con “levantarlas”, golpearlas e incluso desaparecerlas si no le pagaban 300 pesos diarios.
Fuerza 2000 no es el único que asola la capital poblana. Desde las calles 10 hasta 16, Los Fedes aterrorizan los mercados La Acocota y Central de Abastos con cuotas que van de los 500 pesos a ambulantes hasta los mil 500 a comerciantes establecidos, además se presume que están relacionados con el asalto de rutas al transporte público en diferentes secciones de la ciudad por órdenes de Federico L.
Los Rojos cobran derecho de piso a transportistas de carga, mientras que Los Pelones realizan estas actividades en los tramos del Bulevar Carmelitas, el mercado La Fayuca, en la zona CAPU, y La Cuchilla, donde cada comerciante debe cubrir un pago de aproximadamente mil o mil 500 pesos quincenales.
Diversas modalidades
El Estado de México también es campo fértil para estos criminales que operan, principalmente, en la región sur y en las zonas metropolitanas del Valle de México y Toluca.
De acuerdo con el Semáforo Delictivo, en territorio mexiquense se cometen 37.97 por ciento de las extorsiones perpetradas a escala nacional, 4.74 veces más que en Ciudad de México, Veracruz y Nuevo León, con ocho por ciento cada una.
De enero a agosto de 2021 se han reportado 5 mil 722 denuncias en el país, de las cuales 2 mil 137 corresponden al Estado de México. Con relación al año pasado, la extorsión aumentó ocho por ciento en 2021, pero se disparó 35% con respecto a la media nacional, destaca el Semáforo Delictivo.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad del Estado de México refiere que los locatarios son los más afectados por este tipo de práctica ya que son víctimas en 65 por ciento de los casos.
Los reportes de la organización Lantia Intelligence tampoco son alentadores, pues detallan que en la entidad hay presencia del Cártel de Sinaloa, el Cártel del Golfo, Los Beltrán Leyva, los Caballeros Templarios, la Familia Michoacana, el CJNG, así como grupos delictivos locales o regionales.
En días pasados, las autoridades desarticularon una banda que operaba en la capital mexiquense dedicada a extorsionar a vendedores de pollos, a quienes coaccionaba a comprar el producto más caro, en las delegaciones San Felipe Tlalmimilolpan, Tlacotepec, San Juan Tilapa y Capultitlán.
Comerciantes establecidos y ambulantes de Tamaulipas, principalmente en la frontera norte, también se dicen presos de las extorsiones, aunque reconocen que no denuncian por miedo.
Estas actividades criminales están a cargo de dos grandes cárteles: Del Golfo, que opera en Victoria, la capital del estado, Mante, Soto La Marina, Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Díaz Ordaz y Valle Hermoso; y Los Zetas, en la zona conurbada de Tampico, Madero, Altamira, y en la frontera de Reynosa y Matamoros.
Llamadas de extorsión
En Guanajuato, la extorsión tiene otra vertiente, la que se realiza por teléfono desde penales del noreste del país como Tamaulipas y Nuevo León. Se trata de secuestros virtuales, que no tienen relación con los grupos criminales que operan en la entidad, advirtió el fiscal Carlos Zamarripa, tras asegurar que han resuelto ocho de cada 10 denuncias.
Aseguró que el 80 por ciento de las llamadas extorsivas salen del penal de Matamoros, y el otro 15 por ciento de otra cárcel del norte del país.
En Jalisco, el cobro de piso no aparece en las cifras mensuales de inseguridad, pero el colectivo sabe que grupos criminales cobran cuotas a comerciantes y empresarios. En lo que va de 2021, la fiscalía cuenta con 323 casos de ese tipo, no obstante, las extorsiones o cobros de piso se quedan en una cifra negra, prácticamente imposible de conocer.
En una colonia céntrica de Guadalajara, por ejemplo, hay vendedores de todo tipo que reciben visitas de personas que se ostentan como integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación y exigen cuotas semanales para evitar ser víctimas de agresiones. Una persona que en su triciclo vende frutas picadas, reconoció que paga hasta mil pesos a la semana.
Para el gobernador de Nuevo León, Samuel García, ahora los extorsionadores son los delincuentes de cuello blanco. En una conferencia, el mandatario acusó a su antecesor Jaime Rodríguez Calderón de haber estado ligado, junto con algunos de sus familiares, a una red de cobro de moches y extorsión en diferentes casinos, restaurantes y demás comercios de la entidad.
Aunque Hidalgo colinda con entidades que presentan un alto índice delictivo, no se tienen casos oficiales de cobro de derecho de piso.
Sin embargo, el Consejo Coordinador Empresarial indicó que de los 30 mil empresarios que lo integran, en el último año a cinco de ellos se les pretendió extorsionar mediante llamadas telefónicas y una situación parecida vivieron dos empresas afiliadas a la Coparmex y 80 establecimientos que integran la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles.
A diferencia de estas entidades, las cámaras empresariales de Coahuila y Durango aseguraron que la preocupación en materia de inseguridad son las llamadas con fines de extorsionar.
En la Ciudad de México, los casos de extorsión han registrado un aumento del 45 por ciento durante los nueve meses transcurridos de 2021, al registrar 418 carpetas de investigación iniciadas en las 16 alcaldías, en comparación con las 287 durante el mismo periodo del año anterior.
Con información de Christian Rendón, Esmeralda Sánchez, Gilberto Lastra, Fabián Rodríguez, Abadiel Martínez, Orlando Maldonado, Jesús Zavala y Alejandro Reyes.
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