Después de ocho años de solicitar su visita al Estado mexicano, el Comité contra la Desaparición Forzada (CED, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas concluyó su visita en el país. Dentro de sus primeras impresiones destacó que las desapariciones en México no son una herencia dolorosa del pasado, sino que persisten en el presente y la impunidad es casi absoluta.
“Las desapariciones no son únicamente un fenómeno del pasado. Por el contrario, lamentamos constatar que aún persiste. No se han atendido las causas profundas de las desapariciones. El enfoque de seguridad que se ha adoptado no sólo es insuficiente, sino además inadecuado. La impunidad es casi absoluta”, destacó la presidenta de la delegación, Carmen Rosa Villa Quintana.
En conferencia de prensa en la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), Villa Quintana llamó al Estado mexicano a romper con el paradigma del "crimen perfecto" que representa este fenómeno, pues señaló que en México la búsqueda, la investigación, el establecimiento de responsabilidades, la develación de la verdad y la reparación integral, no siempre constituyen una prioridad para algunas de las autoridades.
Para superar la impunidad, la presidenta del CED dijo que el Estado debe tener una estrategia integral para abordar sus múltiples causas, entre ellas: la ineficacia en la investigación de estos crímenes; una comprensión desvirtuada de la autonomía de las fiscalías, como una suerte de discrecionalidad que les lleva a negar su cooperación en el proceso de búsqueda; el traslado de la responsabilidad de investigar y aportar pruebas en las víctimas; un sistema procesal penal que aún conserva las inercias del pasado.
Además, indicó que varios factores dificultan el acceso a la justicia: la limitada asistencia jurídica brindada a las víctimas para impulsar sus procesos; los obstáculos geográficos, idiomáticos y de carácter discriminatorio, la frecuente inaplicación de los mecanismos previstos en el ordenamiento interno, tales como el amparo buscador, que por su propósito y naturaleza, deberían ser sencillos y accesibles para cualquier persona.
“El reto es inmenso, lo reconocemos. Ningún proceso o mecanismo puede tener éxito si no cuenta con voluntad política, participación efectiva de las víctimas, así como con recursos financieros suficientes y personal debidamente capacitado, competente y comprometido para llevar a cabo la búsqueda de las personas desaparecidas y las investigaciones sobre su desaparición”, explicó Villa Quintana.
Las principales preocupaciones del CED son que las desapariciones siguen siendo generalizadas, ya que no se han atendido sus causas profundas debido a que prevalece la falta de coordinación de las fiscalías, que invocan su autonomía para actuar con discrecionalidad; aunado a esto, el modelo de seguridad es centralista y militarizado.
Recorrido del CED en México
Del 15 al 26 de noviembre, la delegación conformada por Carmen Rosa Villa Quintana, Juan Pablo Albán, Juan José López y Horacio Ravenna, recorrió penales, hospitales y puntos de búsqueda en 13 de los estados con el mayor número de personas desaparecidas en el país, para entender mejor este fenómeno.
En cada lugar, el CED se reunió con autoridades, organismos de derechos humanos y colectivos de búsqueda; escuchó los avances que se han logrado en la materia, pero sobre todo, recibió información de primera mano sobre cómo las desapariciones siguen ocurriendo.
Villa Quintana indicó que al día de hoy, el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y no Localizadas indica una cifra de 95 mil 121 personas desaparecidas, de las cuales más de un centenar habrían sido cometidas durante la estancia del Comité en México.
Aunado a esto, resaltó que México enfrenta una crisis forense con alrededor de 52 mil cuerpos sin ser identificados, la gran mayoría de ellos se encuentran en fosas comunes, en cementerios públicos, bajo la responsabilidad de las fiscalías.
Por su parte, los colectivos de búsqueda denuncian que la impunidad en los casos de desaparición forzada supera el 98 por ciento; estiman que miles de denuncias no han dado origen a ninguna carpeta de investigación; sólo existen 35 sentencias condenatorias por el delito de desaparición de personas.
En entrevista con MILENIO, Martín Villalobos, integrante del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), mencionó que aunque el actual gobierno ha mostrado voluntad al reconocer la crisis de desapariciones, ha sido omiso en los hechos.
“No vemos una política clara del gobierno actual, puede haber voluntades pero eso no se traduce en acciones y desde luego no se traduce en un presupuesto claro y contundente que pueda ayudar a construir un México mejor que verdaderamente nos lleve a ir disminuyendo las desapariciones”, señaló.
Con la visita del CED, los colectivos esperan que haya una mayor voluntad política para que los gobiernos federal, estatal y municipales den recursos para las actividades de las comisiones estatales de búsqueda. Además, confían en que la visita del comité impulse al Estado para prestar atención a esta crisis humanitaria.
“Para nosotros es muy importante la visita del comité, porque es una oportunidad de que ellos escuchen de viva voz la realidad de lo que está pasando en el país, que puedan saber exactamente los detalles de lo que ocurre en los ámbitos locales en donde ocurren la mayor parte de los hechos y lo que pasa también en la federación; es una gran oportunidad para México el poder contar con esta visita y darles información de viva voz para que ellos puedan contrastar la información”, finalizó Villalobos.
El informe de la visita con recomendaciones puntuales del Comité contra la Desaparición Forzada se publicará entre marzo y abril de 2022.
DMZ