A cuatro días del violento ataque contra un mando y su escolta de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), las autoridades desarmaron a los policías municipales del Valle de Mexicali al descubrir que no atendieron el llamado de auxilio.
El retiro de arma se dio en un operativo conjunto de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de Baja California (SSC) y la Fiscalía General del Estado (FGE).
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Los agentes además fueron enviados al Centro de Evaluación y Confianza (C3) para ser sometidos a exámenes al respecto.
En el ataque a los elementos de la FESC, recibieron más de 900 disparos, según informó la fiscal general, María Elena Andrade Ramírez.
Los agentes agredidos solicitaron apoyo a la Policía Municipal, pero estos no respondieron, lo que obligó la intervención de policías estatales, quienes finalmente llevaron a los heridos a un hospital.
Son alrededor de 120 oficiales de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) de Mexicali los que están asignados al valle, una zona rural al suroeste de la capital de Baja California.
La alcaldesa de Mexicali, Norma Bustamante, y el secretario de Seguridad Ciudadana, general Leopoldo Tizoc Aguilar Durán, y la fiscal Andrade Ramírez darán el anuncio formal del desarme este martes.
Se prevé que sean la FESC y el Ejército quienes asuman la labor preventiva de vigilancia en El Valle, una zona que además disputan dos grupos antagónicos del Cártel de Sinaloa.
HAGU