¿Has acudido al cajero automático de algún banco y el dinero se quedó atorado? Posiblemente pensaste que fue una falla normal del sistema bancario y del aparato, pero tal vez fuiste víctima de los desplazadores, personas dedicadas al robo de tarjetahabientes.
Este modus operandi consiste en manipular y colocar trampas para robar dinero de los cajeros automáticos en cerca de 15 minutos, delito que de acuerdo con las autoridades, no suele ser denunciado ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
En entrevista con MILENIO, el oficial José Manuel Jiménez, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, comenta que este tipo de delincuentes opera en tríos y la mayoría de las veces incluso son personas de nacionalidad extranjeras, como de Colombia y Venezuela, a quienes, dijo, “es muy común encontrarlas realizando este tipo de acciones”.
¿Cómo operan los desplazadores?
El policía explicó que los delincuentes colocan una placa, que suele ser color negro, y que es similar a la que tienen los cajeros en el área donde sale el dinero, esto con el objetivo de bloquear la salida de los billetes “para cuando el usuario o tarjetahabiente quiere sacar dinero se atoren los billetes como pegándose y cuando ellos terminan el trabajo retiran ésta placa y es cuando se quedan con el efectivo”.
“Por lo regular estas personas vienen en grupos y hacen una fila en el cajero como cualquier otro usuario. Al llegar frente al cajero recargan mucho su cuerpo al mismo para colocar la trampa y que el monitoreo de las cámaras no los alcance a grabar cuando están colocando las trampas.
"Son grupos entre dos o tres personas en el que uno coloca la trampa, otro observa (a la víctima o que no haya un policía cerca) para que una vez que el usuario se salga o quizás está haciendo la llamada para reportar al banco que el dinero se quedó atorado, otro delincuente ingresa por el dinero. En 10 o 15 minutos ya está realizado el robo porque en lo que el usuario ingresa al cajero, se atora su dinero y sale a realizar el reporte al banco y ellos aprovechan para entrar y sacar el dinero”, dijo.
Las víctimas de este tipo de delitos a veces no acuden ante el Ministerio Público a denunciarlo porque “levantan su queja ante el banco y ahí se queda”, a pesar de que, dijo, éste puede investigarse como tentativa de robo a sucursal bancaria.
“Todos estamos expuestos a caer en ese tipo de trampas ya que éstas son muy parecidas a la tapita del área de los cajeros automáticos donde sale el dinero. Es muy poco perceptible a la vista y lo que hacen muchos (usuarios) es darse la vuelta e ingresar al banco y efectuar ahí su queja o su llamada”, agregó.
Recomendaciones para no ser víctima
El oficial José Manuel Jiménez recomienda que antes de realizar la operación del retiro del dinero, el usuario debe revisar que la rendija por donde éste sale no esté tapada. Normalmente ésta es de plástico “y tiene un poquito de juego y movimiento”, pero en la trampa, en su mayoría es de un metal de color negro y no permite el movimiento de la tapa de la rendija".
“Que el usuario mueva tantito la tapa, pues las trampas son más firmes o más duras. Sería una opción para detectar si hay una y avisar al oficial del banco”, enfatiza.
En caso de ser víctima, lo recomendable es llamar a la línea de emergencia 911 o solicitar ayuda a un policía de la sucursal bancaria donde ocurrió el delito, además de pedir ayuda a través del botón de emergencia en las cámaras del C2.
irh