La tarde del pasado sábado 13 de julio, Xamanek protagonizó un video que se viralizó en redes sociales; la joven de 21 años, fue arrestada por al menos diez agentes de la policía municipal de Pachuca.
“Yo me encontraba en Plaza Juárez y me había quedado de ver con unos muchachos, no son mis amigos porque aún no los conozco muy bien, porque yo hace como una o dos semanas aproximadamente comencé a formar un pequeño proyecto que es sobre una comunidad de beat box, que trata de hacer sonidos con la boca (…) nos decidimos mover hacia el Reloj, uno de ellos dijo que quería una cerveza, lo acompañamos, yo no compré cerveza porque ni siquiera llevaba dinero.
“Efectivamente ellos iban tomando en vía pública, y fue ahí enfrente de Modatela se nos cerró la patrulla y al ver esa acción uno de ellos se dio a la fuga; yo no me eché a correr porque llevaba al perrito y aparte no tenía miedo porque, te repito, yo no iba consumiendo ni haciendo algo malo”, recuerda la joven que protagonizó videos que transeúntes subieron a las redes cuando la detuvieron, a decir de los testigos, de manera injusta.
Una policía se acercó, “me dijo que me iba a hacer una revisión corporal y me dijo que me pusiera de espaldas contra la pared y fue lo que hice, me dijo que abriera las piernas, las abrí y no sé si no le pareció o se enojó y ahí fue cuando me empezó a agredir, pero no me encontró nada y ya me había dejado ir, pero me dijo ‘lárgate de aquí, no te quiero ver’ y eso fue lo que me molestó porque lo dijo en un tono muy grosero y me le puse enfrente y le dije ‘¿qué me acabas de decir?’ y entonces me dijo: ‘ah, ¿te me estás poniendo al pedo? Es más, ya te voy a llevar de una vez’, entonces le respondí ‘haz lo que quieras’, y ya en el momento en el que me iba a retirar ella me cerró el paso y fue cuando empezó a hablar con su compañero, empezaron a hablar como en clave, en eso su compañero le llevó unas esposas”.
Xamanek cuenta –y es corroborado con la versión de dos testigos– que le revisaron la mochila y no encontraron nada, tampoco en la revisión física, pero al ver que la esposarían, la joven decidió poner resistencia a la detención, en parte por temor a lo que le podía pasar, en parte porque llevaba bajo su responsabilidad a un perro.
“Me estuvieron sometiendo como 10 minutos porque no me dejaba esposar, me parece que eran tres personas las que me estaban sometiendo y fue ahí cuando empecé a gritarle a la gente que estaba ahí y una chava me dijo que le diera al perro, y de por sí el perrito no era mío, era del muchacho que igual arrestaron. Para que no me pusieran las esposas en la mano izquierda, fue que me tiré al piso, y no sé si eso le dio coraje (a la policía) porque fue ahí cuando empezó a someterme más y a jalarme el pelo y meterme puñetazos en la cabeza”.
El viaje a barandillas
Una vez en la unidad HG 105 A2, los recuerdos de las últimas noticias sobre desapariciones y asesinatos a mano de policías le vinieron a la mente, no sabía si realmente la llevaban a un lugar seguro, finalmente fue así.
Cuando llegaron a barandillas, contó que nadie portaba cubrebocas. Ahora su preocupación era no salir contagiada de coronavirus de allí.
Xamanek siempre tuvo en la cabeza que saldría a poner una denuncia contra los policías que la agredieron; su familia y ciudadanos la apoyan, así quedaron asentados los hechos en la carpeta de investigación con folio 12-2020-6146, en ella un médico legista constata las marcas de violencia que le dejaron. “La finalidad de la denuncia, no lo hago tanto por mí, sino porque yo quiero que todas las demás personas que lleguen a pasar por eso, que no se queden calladas, que hay que tener voz y hay que luchar por nuestros derechos porque no se vale que nos traten de esa manera”.
“Yo sí me he sentido bajoneada por lo mismo (…) al principio no podía dormir pensando en los hechos. Me desperté como a las cuatro de la mañana y ya no pude dormir. A mí sí me molesta cuando una persona te quiere hacer sentir menos, nada más porque ellos son la autoridad, y creo que desde siempre he tenido ese tipo de problemas en las escuelas, con los profesores, cuando quieren abusar de su autoridad, y yo cuando algo no me parece siempre lo he dicho”.
“A mí me gustaría que estas personas –porque fueron varios, sus compañeros fueron cómplices porque sabían que no tenían por qué llevarme– que se les despidiera, porque no es posible que según ellos que son de seguridad, ¿cómo nos van a cuidar si son los primeros que te minimizan?”.
Xamanek y su compañero se sienten sojuzgados por la sociedad, pues el boletín de prensa emitido por la policía municipal y compartido en medios locales los señala de portar drogas, cuando –reitera– la detención se dio sin haber evidencia de ello, la pipa la encontraron una vez estando en barandillas y sin rastro de marihuana; aun así la portación mínima de drogas no es un delito en México, la ley contempla un mínimo de consumo.