Con saldo blanco y nueve detenciones, fue como concluyó el Clásico 119 de Tigres contra Rayados de la liga Concachampions, ocurrida el martes en el Estadio Universitario.
Fueron cerca de 2 mil elementos de seguridad de Monterrey, Fuerza Civil y la Policía montada del municipio, las que conformaron el operativo que inició cerca de las 19:30.
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El arranque sucedió afuera de la Plaza Monumental Monterrey, en el cruce de la avenida Alfonso Reyes y la calle Heroico Colegio Militar, donde cientos de aficionados Rayados se concentraron para realizar la tradicional caravana hacia "El Volcán", a pesar de las advertencias del secretario de Seguridad Pública de disuadir este tipo de marchas.
Dicho protocolo se implementó entre los límites del municipio regio y el de San Nicolás, a fin de cumplir con el despliegue preventivo para conservar el orden y garantizar la seguridad de los ciudadanos.
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En total fueron cerca de 300 elementos de Policía, Tránsito, y cuerpos de rescate nicolaítas; mil de Fuerza Civil y 500 policías y tránsitos de Monterrey, los que estuvieron al frente del operativo en el que se cuidó que ningún aficionado sin boleto al partido, tuviera acceso al estadio.
Como resultado se dio a conocer que elementos nicolaítas detuvieron a siete aficionados de Tigres que alteraron el orden afuera de la puerta 1 del "Volcán", y dos más en la avenida Guerrero que estuvieron amedrentando a la hincha de la Adicción; ambos casos se calificaron como faltas administrativas.
Por otra parte, 12 vehículos fueron llevados al corralón por estar mal estacionados o en lugares prohibidos sobre la avenida Guerrero y en avenida Munich, en el municipio de San Nicolás de los Garza.
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