Detienen a Marciano, el ‘todólogo’ feminicida de Camila

Historia / Valle de Chalco

Según su concuño, se la pasaba ofreciendo servicios de albañilería, mantenimiento o incluso de guardia hasta que en Navidad su suegro lo corrió de la casa y se fue a rentar un cuarto donde conoció a su víctima.

A la izquierda, donde fue hallada la niña; a la derecha, la casa donde vivía. (Jesús Quintanar)
Abraham Reza
Valle de Chalco /

Alejandro Gómez, fiscal general de Justicia del Estado de México, informó que la tarde del jueves fue detenido Marciano “N”, presunto agresor de la pequeña Camila, quien fue violada y asesinada la noche del 31 de diciembre.

A través de su cuenta de Twitter, el funcionario estatal explicó que elementos de esa institución cumplimentaron la orden de aprehensión en contra del presunto feminicida, además de que agradeció a la activista Frida Guerrera por su colaboración en las investigaciones de este caso.

Por la noche, la fiscalía precisó que el hombre fue detenido en el municipio poblano de Tlacuilotepec e ingresado al penal de Valle de Chalco.

Marciano “N” no era un tipo nuevo en la zona. En el barrio se le conocía como el todólogo, pues para obtener un poco de dinero ofrecía sus servicios de albañilería, mantenimiento en general o inclusive como guardia de seguridad de sus vecinos.

Su concuño lo describe como un tipo común y corriente, alguien con quien en reiteradas ocasiones compartió algunos tragos y a quien a veces hasta le encargaba a sus pequeñas. “Nunca fue grosero ni peleonero, era más bien un poco retraído, no sé si porque no fue a la escuela”, dice.

Marciano “N” es poblano, conoció a su esposa en el centro de Valle de Chalco, había llegado al Estado de México en busca de mejores oportunidades. En un principio vivió con sus tíos, pero cuando la joven quedó embarazada se fueron a vivir a casa de sus suegros (el concuño decidió no revelar ningún nombre). “Les ofreció una habitación pequeña”.

El tiempo se extendió, nació la niña y vivió con ellos durante dos años. Al principio fue muy trabajador; sin embargo, hace tres meses comenzó a dejar de lado a su esposa y a su hija.

“El último trabajo que tuvo fue el que le dieron en la entrada de la colonia como guardia de seguridad, pero nunca supimos por qué lo dejó. Poco a poco vimos su irresponsabilidad; se levantaba tarde, no salía de casa y cuando su esposa y mi suegro lo mandaban a buscar trabajo él salía y regresaba únicamente con 30 o 40 pesos”.

Fue esa la razón por la que la mañana del martes 25 de diciembre, el suegro del presunto violador lo corrió. “Ese día estaba tomado y llegó a la casa a gritarle a mi cuñada que le sirviera de comer, mi suegro se enojó. No le iba a permitir que le hablara así a su hija”.

Marciano rentó el pequeño cuarto de techo de lámina en el que fue encontrada Camila. Una semana vivió ahí, dormía en un colchón que colocó en el suelo y, de acuerdo con lo que cuenta su concuño, unas horas antes del crimen, vio a su esposa, cargó a su hija de dos años y les pidió otra oportunidad.

“Mi suegro vende carnitas en el tianguis, ahí fue donde la mañana del 31 mi cuñada vio a Marciano, todavía le pidió que lo dejara regresar con ella. Iba borracho y quizá por eso mi cuñada le dijo que no, luego de eso ya no volvimos a saber de él, sino hasta que los vecinos llegaron aquí con piedras y palos a preguntarnos dónde estaba”.

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