Fueron casi doce horas de angustia, desesperación y agonía, que sufrió Erika Pérez Martínez, luego que su hija Wendy, de 7 años de edad, desapareciera repentinamente, cuando caminaban ambas en las cercanías del fraccionamiento Quintas San Fernando de Lerdo.
La pequeña despareció alrededor de las 09:20 horas del sábado, adentro de este sector habitacional, ya que momentos antes se adelantó y se metió al fraccionamiento.
La madre de la pequeña al llegar a la entrada, ya no logró ubicar a Wendy, por lo que rápidamente la buscó entre todas las calles del fraccionamiento y no la localizó.
Solicitó ayuda a todos los vecinos para que la ayudaran a buscar a su hija, pero lamentablemente no fue encontrada, por lo que dieron aviso a las autoridades policiacas, para que se sumaran a la búsqueda.
Los familiares de Erika publicaron la pesquisa de Wendy, en las redes sociales, en el que solicitaban a toda la Comarca Lagunera, que ayudaran a dar con el paradero de la pequeña.
También interpusieron la denuncia penal correspondiente por la desaparición de personas, ante las autoridades ministeriales, de la Vicefiscalía General de Durango, quienes supuestamente iniciaron con un operativo de búsqueda.
Alrededor de las 19:30 horas, la hermana de Erika convocó a varios vecinos y familiares, para que cerraran el bulevar Ejército Mexicano, con medida de presión hacia las autoridades ministeriales, ya que según estos no estaban buscando a Wendy.
Erika estaba inconsolable y con lagrimas en los ojos, pido ayuda a toda la Comarca Lagunera.
Alrededor de las 20:00 horas, una mujer arribó al bulevar Ejército Mexicano, justo cuando se disponían a cerrar la vialidad y gritando le dijo a Erika, “ya encontraron a la niña”, ven rápido acá está con la señora de los elotes.
Al llegar al lugar, Erika se reencontró con su hija, a quien la abrazo con todas fuerzas de su alma, al igual que Wendy, quien lloraba asustada y llena de miedo.
Mientras que algunos vecinos retuvieron a una mujer que responde al nombre de Carmen Dolores, de 40 años de edad, quien cayó en algunas inconsistencias al ser cuestionada, por los familiares de Erika.
Carmen Dolores había llegado a la calle Bartolomé del fraccionamiento antes indicado, a bordo de un taxi de Torreón y ahí descendió para pedir 100 pesos y pagar el importe del viaje.
Fue cuando una vecina se acercó a Carmen Dolores y la notó nerviosa y al ver a la niña adentro del taxi, esta la reconoció como la niña perdida, por lo que pidió ayuda para detener a la sospechosa y asegurar a la pequeña.
Una mujer que vende elotes fue quien le pagó al taxista y aseguró a Wendy, para luego entregársela a su mamá.
Algunas vecinas se mostraron agresivas contra la sospechosa, quien argumentaba que se había encontrado a la niña y venía a entregarla.
Elementos de la Policía de Investigación del Delito, de la vicefiscalía general de Durango, detuvieron a la sospechosa, quien fue asegurada en las celdas de la cárcel de la misma dependencia judicial, donde quedó a disposición del Ministerio Público, por los delitos que le resulten.
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