La Secretaría de la Defensa Nacional destruyó 900 armas cortas y largas decomisadas al crimen organizado en Nuevo León y San Luis Potosí.
La destrucción de armas se realizó en la Séptima Zona Militar, ubicada en Apodaca, por parte de autoridades castrenses y del Gobierno del Estado.
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Los generales Carlos César Gómez López, comandante de la Séptima Zona Militar, y Jens Pedro Lohmann Iturburu, comandante de la Cuarta Región Militar, así como Manuel González Flores, secretario general de Gobierno, encabezaron la ceremonia de destrucción de armamento.
Fueron destruidas 707 armas largas y cortas aseguradas en Nuevo León y otras 193 por parte de personal de la doceava Zona Militar en San Luis Potosí.
El general Gómez López dijo que la destrucción de armas decomisadas a la delincuencia organizada fueron usadas en homicidios, asaltos, secuestros y delitos de cualquier índole a personas inocentes.
"Éstas son armas que están armas manchadas de sangre inocente, armas que nunca van a ser utilizadas para delinquir o lastimar a la sociedad, todo este armamento es el resultado de operativos interinstitucionales.
"Estos se han implementado y coordinado los tres órdenes de gobierno en localidades de las entidades federativas de Nuevo León y San Luis Potosí", señaló.
Gómez López indicó que el Presidente Andrés Manuel López Obrador debe poner en marcha el actual Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2019 que busca la exigencia social de vivir en un país pacífico y seguro sujeto a la legalidad y a la justicia.
A la ceremonia de destrucción de armas también acudió Gustavo Adolfo Guerrero, fiscal general de Justicia de Nuevo León; Judith Díaz, delegada estatal de Programas Sociales del Gobierno federal; Genaro Alanís, secretario de Desarrollo Social; el diputado Marco González y Alejandro Leal Tovías, secretario general de Gobierno de San Luis Potosí.