Documentos recién revelados del juicio en Nueva York contra el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán detallan los esfuerzos de los fiscales por impedir que se revelara evidencia potencialmente dañina sobre sus testigos, incluyendo relaciones sexuales con menores, creencias en misticismo y acuerdos secretos con agentes antidrogas.
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El juez federal Brian Cogan fue quien mayormente prohibió que la defensa interrogara a los testigos sobre esos asuntos en un juicio que concluyó el mes pasado con un fallo de culpabilidad contra el connotado narcotraficante mexicano por cargos relacionados con drogas. El juez aceptó hacer públicos los documentos tras el juicio, a petición de The New York Times y Vice News.
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Los documentos fueron publicados el jueves. La oficina del fiscal federal declinó comentar el viernes y no ha habido opiniones por parte del equipo de la defensa.
Un expediente publicado a inicios de febrero fue el primero en revelar comentarios previos de un cooperante clave de la fiscalía quien les dijo a las autoridades que Guzmán le instruyó que drogara a niñas de apenas 13 años antes de sostener relaciones sexuales con ellas en uno de sus escondites en México a finales de la década del 2000. Guzmán ha negado, por medio de sus abogados, que eso ocurrió.
Las acusaciones pudieran haber perjudicado la causa de la fiscalía porque el mismo testigo, el narcotraficante colombiano Alex Cifuentes, admitió haber tenido relaciones sexuales con menores. En los nuevos documentos, los fiscales le dijeron al juez que los “detalles sumamente salaces de actividad sexual” eran irrelevantes para el caso.
La fiscalía argumentó además que no debía permitirse que los abogados de El Chapo interrogaran a Cifuentes sobre “sus intereses extracurriculares en los Illuminati, la masonería, otros planetas y otras galaxias, ovnis y la idea de que había un apocalipsis inminente en el 2012”, evidencia que la defensa quería usar para insinuar que él era mentalmente inestable.
Los documentos dicen que “el uso de brujería y hechicería no era inusual en México en el 2011, cuando Cifuentes estaba usando servicios similares”.
Los documentos mostraron además que los fiscales trataron enérgicamente de impedir que la defensa cuestionase a Vicente Zambada, hijo del narcotraficante Ismael El Mayo Zambada, sobre afirmaciones de que él había estado trabajando como informante de la DEA mientras él mismo contrabandeaba cocaína. A cambio de información interna sobre el cártel, se le prometió inmunidad, dijeron sus abogados.
Los fiscales, que colaboraron estrechamente con la DEA en el caso, dijeron que las afirmaciones de Zambada “no tenían conexión con los asuntos de este juicio” y que se corría el “riesgo de prejuicios injustos y confusión de los hechos”.
La sentencia de Guzmán está programada para el 25 de junio. Podría ser sentenciado a cadena perpetua.
bgpa